Gonzalo Esteban: «Los políticos deben escucharnos»

–Tiene 23 años y toca el clarinete. ¿Vive o malvive de la música?
–Más o menos vivo gracias a las becas, trabajos esporádicos, conciertos... Es difícil tener un trabajo estable si no haces una oposición.

–¿Recibe apoyos la música clásica en España?
–Hay proyectos, pero se desarrollan muy lentamente. Pasa igual en la danza, la pintura... Necesitamos más espacios para desarrollar nuestro talento. Fíjese, comunidades autónomas tan importantes como Madrid, Cataluña o el País Vasco no tienen una orquesta propia. La música clásica es la gran marginada de nuestro país.

–Usted es músico, ¿qué les diría a los que piratean en internet?
–Las páginas de descargas están ahí y la gente se baja la música pero, evidentemente, estoy en desacuerdo. Yo les diría que se compren la música que les guste de verdad o que hagan lo que hago yo: me la bajo por internet y si me gusta me compro el CD. Es un trabajo que hacemos y hay que valorarlo.

–¿El estado de la juventud es...?
–No lo sé. Lo único que le puedo decir es que es muy difícil levantarse todos los días para luchar por todo lo que no tienes y sí que veo que muchos jóvenes no lo hacen. Son más acomodaticios, tienen que luchar un poquito.

–Por ejemplo, ¿para qué?
–Para tener un mejor sistema educativo. Debemos tener leyes educativas que nos igualen a Europa para ser más competentes. Es significativo que tantos jóvenes se vayan al extranjero. Que se pregunten las razones. A mí me da un poco de pena porque no nos quedamos aquí para luchar por lo nuestro.

–Pero salir al extranjero tiene sus ventajas...
–Es evidente. Este año yo he estado en el conservatorio de Basilea y la experiencia es maravillosa: abres tu mente, conoces a otros músicos, te enriqueces y, sobre todo, evita que te encasilles.

–¿La cultura del esfuerzo está bajo mínimos?
–En mi caso no. Pero sí percibo que se están conformando con la situación que viven. O al menos lo parece. Si no hay un gran colectivo detrás parece que la iniciativa individual no existe.

–A lo mejor es que los jóvenes necesitan más visibilidad.
–Seguramente. Además la que tenemos no es la más adecuada. En España vende más un programa de un conjunto de chicos y chicas que no hacen nada, aparte de discutir, que otro tipo de juventud más implicada con la sociedad.

–¿Qué le pediría a los políticos?
–Que nos escuchen, que abran su mente y conozca la realidad. Por ejemplo, acceder a una vivienda digna es un gran problema. Yo no me planteo comprarme una casa hasta, al menos, dentro de diez años y tenga un trabajo estable. Es una situación que puede llevar a algunos al hastío.