Collado Villalba

Llamada perdida a Avellaneda

Los vecinos de Collado Villalba quisieron recordar ayer a la joven e improvisaron un pequeño altar junto a la vivienda y el karaoke, donde vieron por última vez a Avellaneda
Los vecinos de Collado Villalba quisieron recordar ayer a la joven e improvisaron un pequeño altar junto a la vivienda y el karaoke, donde vieron por última vez a Avellanedalarazon

MADRID- Son apenas trece los kilómetros que separan el número 49 de la Travesía de Ignacio González de Collado Villalba con el Camino de los Barrizales, en el término municipal de Collado Mediano. Un número «maldito» de kilómetros que, para los supersticiosos, no trajo buena suerte a Avellaneda. El primer punto corresponde al bar-karaoke El Rancho Merengue, de donde salió la joven el viernes por la noche para hablar por teléfono. El último, el lugar donde la Guardia Civil encontró su cadáver a primera hora de la tarde de ayer.

Como buena dominicana, a Avellaneda Núñez Chevalier le gustaba cuidar su imagen. Dicen de ella que era presumidilla y un poco inocente para la edad que tenía. Estudiaba un módulo de peluquería en el IES Las Canteras, de Collado Villalba, y participaba en el taller de «break dance» del centro. Le gustaba la batería y estaba muy implicada en el conflicto de Educación. Por las tardes echaba una mano en el bar-karaoke que su madre, Carolina, y el marido de ésta, Mario, habían abierto en la localidad este verano. Allí, entre ritmos latinos, se encontraba la noche del viernes. Le sonó el móvil y salió a la calle para escuchar mejor. No se la volvió a ver. Su madre la llamó hasta siete veces, pero ella no contestaba. La última tenía el móvil apagado. Entonces acudieron al puesto de la Guardia Civil a poner la denuncia. Eran sobre las tres de la madrugada. La autopsia que practicarán hoy al cuerpo de Avellaneda revelará el momento aproximado de su fallecimiento, pero puede que a esas horas ya estuviera muerta. Un colombiano de 22 años confesó ayer el crimen. La llevó hasta el Camino de los Barrizales, aparcó, discutieron, la golpeó y la mató. A unos 50 metros la tiró a una cantera abandonada. El cuerpo quedó semi sumergido y echó arena encima. Al parecer, habían tenido una relación, aunque él ahora tenía novia.