Estados Unidos
España prepara el cierre temporal de su Embajada en Libia
La ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, ha informado hoy de que se está preparando el cierre temporal de la Embajada de España en Libia debido a la situación de inseguridad que vive el país por los enfrentamientos entre opositores y partidarios del líder Muamar el Gadafi.
Jiménez, en declaraciones a los periodistas en el Senado, ha afirmado que el embajador, los policías y el resto del personal que permanece en la legación diplomática regresarán a España una vez que se complete la evacuación de los cinco españoles que permanecen en el país a bordo de un barco de carga de cemento.
"Mientras que estos españoles no puedan abandonar el país, no volverá a España el personal de la embajada", ha señalado Jiménez al término de una comparecencia en la Comisión de Cooperación Internacional en el Senado.
La titular de Exteriores ha precisado que el regreso del embajador, Luis Francisco García Cerezo, no supone el cierre definitivo de la oficina diplomática en Trípoli, puesto que su custodia quedaría al tanto del personal local.
Junto al embajador, está su esposa, cuatro policías, cuatro miembros del Grupo Especial de Operaciones (GEO), el consejero de seguridad, otros dos agentes y dos empleados, lo que suman un total de quince personas.
Países como Estados Unidos, Francia o Alemania tomaron la decisión de cerrar su embajada en Trípoli en los últimos días.
Los cinco españoles -tres gallegos, un asturiano y un andaluz- trabajan para la multinacional Cemex (Cementos Mexicanos), dentro de una plantilla en la que también hay empleados de otras nacionalidades.
Según Jiménez, ya tienen el permiso para abandonar el barco, pero están pendientes de hacer las últimas gestiones burocráticas para deshacerse de la carga.
Sólo quedarían en el país algunos españoles que han optado por quedarse al estar casados con ciudadanos libios.
En su comparecencia en el Senado, Jiménez ha defendido la manera en que su departamento y la embajada han llevado a cabo la evacuación de españoles del país magrebí, a pesar de las críticas recibidas por algunos de ellos.
La ministra ha admitido que "siempre se puede hacer todo mejor", pero ha valorado la "prontitud y profesionalidad"con que se llevó a cabo la repatriación.
"Más allá de la experiencia personal de algún ciudadano, el funcionamiento ha sido muy profesional y enormemente cuidadoso. Todos han estado atendidos y ninguno de nuestros nacionales ha estado en una situación de riesgo", ha respondido al senador del PNV Iñaki Anasagasti.
Ha opinado que en los medios sólo se recogen los testimonios de quienes tengan pegas, y no de los que "se han sentido agradecidos y atendidos".
También ha destacado el hecho de que diversos embajadores estén enviando cartas a su Ministerio expresando su gratitud por haber ayudado a evacuar a sus nacionales.
El Gobierno repatrió a 150 ciudadanos, entre ellos, un centenar de extranjeros, con un avión que mandó desde Madrid, mientras la empresa Repsol YPF fletó otro para evacuar a 61 personas.
Otros, como el grupo de motoristas vascos y navarros, salieron por Argelia, para lo que se tuvo que pedir colaboración con las autoridades de este país, ha destacado Jiménez.
En el caso de Egipto y Túnez, la ministra ha recordado que las embajadas que España tiene en estos países tuvieron que gestionar la salida de 3.000 nacionales en total, en su mayoría turistas.
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