Zapatero acalla las críticas del PSOE sobre las pensiones

De reformas precisamente se habló largo y tendido durante el cónclave, especialmente de la del sistema de pensiones. El debate tuvo doble dirección. Una, para defender, como hizo Zapatero y también Octavio Granados, la coherencia de la reforma en el marco del fortalecimiento del Estado del Bienestar y de un sistema progresista. Y otra, para acallar las críticas de quienes dentro del PSOE, como por ejemplo Tomás Gómez, han cuestionado la oportunidad y el enfoque de la reforma. El secretario general fue el primero en defender la necesidad de revisar el sistema de pensiones para garantizar su carácter público y su sostenibilidad . «Estamos preservando –dijo a los suyos– lo que hay que preservar. Nuestro ajuste es el más suave de todos los que se han hecho en Europa». Tras Zapatero, se conjuraron en la defensa de la reforma Manuel Chaves, José Blanco, Marcelino Iglesias, Elena Valenciano, Octavio Granados y Sergio Gutiérrez, entre otros. Todos en respuesta a la intervención de la madrileña Maru Menéndez, quien hizo suyas las críticas de Tomás Gómez del día anterior. La representante del PSM en la dirección federal se quedó, pues, en minoría, ya que aunque el castellano-manchego José María Barreda también cuestionó el momento en el que se iba a afrontar la reforma estuvo de acuerdo con el fondo de la misma.

Chaves, el más crítico

Fue Manuel Chaves quien, según fuentes de la Ejecutiva, se mostró más crítico con quienes elevan sus quejas «en público y, luego, callan en los órganos de dirección del partido». Pero también la portavoz del Comité Electoral, Elena Valenciano, hizo una exposición en este sentido para advertir de la necesidad de que todo el partido reme en la misma dirección. Las intervenciones de Blanco y Leire Pajín fueron para pedir al PSOE un esfuerzo pedagógico.