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Hay nuevas esperanzas. La nueva dinámica terapéutica soluciona vergüenzas y sarpullidos. O sea, incontinencias y alergias. Por eso quiero recordar un producto que me matizó en nuestro programa de televisión el Dr. Felipe Villacampa del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Se trata de «toviaz», útil en el tratamiento de la vejiga hiperactiva, en la incontinencia de urgencia o en aquellos casos repentinos y frecuentes de ganas de orinar por encima de lo habitual.

Es un medicamento de los denominados antimuscarínicos que viene a solucionar un problema infradiagnosticado que limita la libertad del paciente en su vida cotidiana. Tendremos que hablar algún día de las vergüenzas de la incontinencia, esa disfunción que provoca tanta inseguridad en las mujeres. O lo que es lo mismo, de pacientes no diagnosticados porque no se ponen a tiro en la relación médico-paciente. También hay otros descontrolados. Son los asmáticos. Lo dice el Comité de Aerobiología de la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC). «El porcentaje de pacientes asmáticos no controlados en España es de alrededor de un cincuenta a un sesenta por ciento, del diez al quince por ciento están bien controlados y el resto se encuentra parcialmente controlado», explicó el Dr. Quirce, jefe del Servicio de Alergia del Hospital Universitario La Paz de Madrid, quien aseguró que, entre los factores que podrían explicar la falta de control se encuentra la elevada falta de cumplimiento terapéutico y también unas «bajas expectativas por parte de los pacientes».

Finalmente, tomo nota de lo que dicen los expertos al recomendar la nueva vacuna anticeumocócica en los niños de hasta cinco años de edad. «Hasta ahora, sólo está financiada en la Comunidad de Madrid y recientemente en Galicia», señaló el doctor Bernaola, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Virgen del Camino de Pamplona. Es lo que hay.