Caso Malaya

El Supremo revisa las penas de los hermanos Del Valle

La Razón
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SEVILLA-La puerta estará cerrada mientras los miembros de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS), presididos por el magistrado Juan Saavedra, deliberen hoy sobre las condenas que la Audiencia Provincial de Huelva impuso en marzo a los hermanos Del Valle, Santiago y Rosa, por el asesinato de Mari Luz Cortés. Cinco magistrados estudiarán los recursos interpuestos por los dos acusados, más las alegaciones que la familia Cortés presentó en contra de los mismos y dictaminarán.

Santiago del Valle fue condenado a 19 años de cárcel por un delito de asesinato y a tres por otro de abuso sexual. Su abogado, Juan López Rueda, presentó un recurso de casación ante el Supremo al entender que no se había respetado el derecho a la presunción de inocencia de su cliente y que el tribunal denegó la testificación de un policía que tomó declaración a un taxista, a su juicio clave en el caso, produciéndose un quebrantamiento de forma.

El mencionado taxista declaró en el juicio que el 13 de enero vio en El Torrejón a Santiago y Rosa, sobre las 18:00 horas, metiendo en el maletero de un vehículo un carrito de la compra. Sin embargo, según los geólogos de la Universidad de Huelva, el cuerpo de la menor fue arrojado al agua ese día entre las 16:40 y las 17:40, o bien doce horas después, momentos antes de la pleamar. Contradicción en la que López Rueda basa la inocencia de su cliente.

Por lo que respecta a Rosa, la Audiencia onubense la condenó a nueve años de prisión, al considerarla cómplice de asesinato. Su letrado, Manuel Domínguez, también presentó recurso de casación ante el Supremo porque, en su opinión, se produjo quebrantamiento de forma, infracción de ley y vulneración del principio constitucional. El primero, según explicó a Europa Press, se produjo porque el tribunal «tendría que haber concedido la práctica de una prueba que denegó» –la pericial del forense Luis Frontela, contratado por la familia Cortés para realizar una segunda autopsia al cadáver de la niña, a la que renunciaron, con posterioridad–.

Domínguez defiende también, como López Rueda, que se ha vulnerado la presunción de inocencia de Rosa, ya que en el fallo «no se prueba que existiera una conversación» con su hermano Santiago. Y respecto al tercer motivo en el que fundamentó su recurso, el abogado arguye que el tribunal consideró «cómplice de asesinato a Rosa y no lo es».

El fallo de la Audiencia prohibió además a los Del Valle vivir en Huelva y aproximarse o comunicarse con los familiares de Mari Luz durante 32 años. A ello hay que sumar una indemnización de 122.000 euros para los padres de la niña, Juan José Cortés e Irene Suárez, y de 22.000 a cada uno de sus dos hijos.

Juan José confía en que el Supremo «ratifique la sentencia de la Audiencia para que podamos descansar y que todo esto termine», aseguró ayer a LA RAZÓN. En un día especial para la familia porque, según confesó, habían pasado la mañana en el cementerio, expresó con tristeza un deseo: «A ver si podemos cerrar etapas y sellar heridas de una vez para poder seguir adelante. Dedicarnos a trabajar y a lo que nos gusta –en su caso, el fútbol–». Sabe que nunca podrán recuperar sus vidas pero recuerda que la familia no recurrió para poder poner fin a una terrible «pesadilla».