Arquitectura
Las rebajas llegan a los edificios históricos
El Ayuntamiento reducirá las restricciones para comprar o reformar inmuebles protegidos. Será más barato y seguro
Madrid- Llegan las rebajas a los edificios protegidos. Para cuando se apruebe el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), comprar, rehabilitar o reformar un edificio histórico con algún grado de protección será más barato o, al menos, más seguro. «Debido a la catalogación actual, que protegía absolutamente todo en algunos casos, ocurrían cosas como que una comunidad no podía instalar un aparato de aire acondicionado, una rampa de acceso a minusválidos o se multiplicaban los costes de reforma de una cubierta porque el forjado, oculto a la vista, que había que sustituir debía ser con los materiales originales», explica José Luis Infanzón, director general de la revisión del PGOU, que detalla que, por el mismo motivo, comprar un inmueble con algún tipo de protección provocaba una gran inseguridad jurídica.
Por eso, el Ayuntamiento de Madrid pondrá en marcha una revisión completa de los más de 9.000 inmuebles incluídos en el Catálogo de Edificios Históricos Protegidos. Un «trabajo de chinos» que llevarán a cabo varios equipos de profesionales especializados que comenzarán a revisar cada inmueble en enero o febrero de 2013. Los equipos estarán formados por arquitectos, informáticos, licenciados en Historia y en Biblioteconomía y Documentación especializados en patrimonio.
Una de las tareas que tendrán que realizar será detallar qué elementos concretos son los que deben protegerse. «Algunos edificios están protegidos totalmente y tienen añadidos de hace 20 o 30 años que no tienen el mismo valor y que podrían retocarse en una reforma o rehabilitación», apunta Infanzón. También tendrán que verificar si todos los edificios del catálogo conservan los elementos que se protegieron en su día o y se han producido alteraciones significativas desde 1.997, que es cuando se realizó el último catálogo.
«Precisamente por la falta de claridad del anterior revisión, los propietarios de algunos edificios no han podido costear o no se han atrevido a rehabilitar», señala el director de la revisión del PGOU. Ahora, los profesionales deberán rellenar una ficha detallando los elementos sujetos a protección y documentándolo con fotografías porque, curiosamente, en las fichas actuales –que se pueden consultar en www.madrid.es–, algunas de las imágenes que muestran el edificio protegido pueden tener más de 20 años.
Salidas del catálogo
Durante la revisión, es posible que, por su estado de conservación, se elimine alguno de los edificios del catálogo pero, según explicó Infanzón, en general, la desprotección de algunos de los elementos de inmuebles protegidos anteriormente «precisamente va a contribuir a protegerlos». «Si se pueden rehabilitar al clarificar su protección, se podrá actuar sobre ellos y evitar su abandono y destrucción», considera. El director de la revisión del PGOU también aseguró que no se van a desproteger ni el Palacio Real ni el Convento de las Trinitarias, «pero sí se van a aclarar las clasificaciones, porque ahora hay muchas categorías y subcategorías, y se flexibilizarán para proteger lo sustancial, así como el régimen de obras para poder rehabilitar con más facilidad y seguridad jurídica».
Además, gracias a la revisión del Catálogo de Edificios Protegidos, se van a resolver algunas contradicciones como la que sucede en algunas colonias históricas que están protegidas como tales y por tanto sus fachadas no se pueden tocar, aunque estén hechas con amianto y tengan subvenciones para eliminarlo. «La revisión fomentará que las comunidades puedan rehabilitar y reformar con más facilidad y agilizará la compra-venta de este tipo de inmuebles», apuntó Infanzón. Puesto que esté casi terminado para la aprobación inicial del PGOU, se digitalizará completamente para que cualquiera pueda acceder a él a través de internet en un soporte GIS (Sistema de Información Geográfica), que no es más que un plano asociado a una base de datos.
Nuevas incorporaciones
Edificios como el Palacio de la Prensa, Capitol o el Metrópolis, que cumplieron un siglo de existencia recientemente, se podrán incorporar al Catálogo de Arquitectura Moderna e Industrial que también elaborará el Área de Urbanismo. Aunque casi todos tienen algún grado de protección, no están considerados edificios históricos por su «juventud», ya que sólo se consideran históricos los inmuebles construídos antes de 1900. Ahora, los profesionales que revisan el catálogo, podrán dar categoría a estos inmuebles y a otros como las naves del Matadero en Arganzuela o el edificio del BBVA de Nuevos Ministerios, con gran valor arquitectónico. También se estudiará si se otorga protección a las nuevas incorporaciones.
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