Obama aboga por el control de armas

Con 300 millones de armas de fuego en manos de ciudadanos, en Estados Unidos todavía no existe ningún tipo de ley sobre su control. Tras la matanza en Denver, que dejó doce muertos y 53 heridos hace una semana, el debate sobre las armas ha vuelto a las calles. Ayer el presidente, Barack Obama, durante un mitin en una organización de afroamericanos, instó por la adopción de políticas de «sentido común» con el único fin de reducir la violencia causada por las armas.

A pesar ello, el líder demócrata defendió ampliamente la Segunda Enmienda de la constitución estadounidense, que consagra el derecho de tenencia de armas en el país.

Obama abogó por un consenso en el Congreso entre demócratas y republicanos con el fin de poner freno a situaciones como las vividas en Denver, y, por eso, en el país se «deberían adoptar una serie de medidas que no generen controversia», por ejemplo la necesidad de la verificación de los antecedentes de los clientes antes de comprar cualquier arma.

«Creo que muchos poseedores de armas estarían de acuerdo conmigo en que los rifles AK-47 deben estar en manos de soldados y no en manos de criminales que están en las calles de nuestras ciudades», añadió Obama. En Estados Unidos no existe una base de datos a nivel nacional sobre la compraventa de armas y es cada estado el que establece sus propias leyes.
Aunque el presidente de Estados Unidos reiteró la necesidad de que los legisladores de ambos partidos políticos se sienten a debatir sobre el uso de las armas, se negó a hacer ningún tipo de propuesta concreta sobre ello. Con esto, Obama intenta no «molestar» a los poseedores de armas en Estados Unidos, ya que son uno de los principales grupos de presión del país, y esto podría ponerle las cosas muy difíciles, habida cuenta de que se juega su reelección en las inminentes elecciones presidenciales.

En apenas tres meses, el 6 de noviembre, se elegirá al nuevo inquilino de la Casa Blanca, y aunque las encuestas le dan una ventaja a Obama, ésta es mínima y por eso se espera que la carrera por la presidencia sea bastante reñida. Por este motivo, durante los próximos tres meses, Obama intentará ganar todo el apoyo posible, y es consciente de que el debate sobre las armas no es algo que le pueda beneficiar. No hay que olvidar que en EE UU el 75% de los americanos está en contra de la prohibición de las armas y sólo en Denver, lugar donde ocurrió la masacre, el número de solicitudes para comprar un arma creció un 40% en sólo seis días.

Un derecho fundamental
Además, todos los intentos por limitar el uso de armas de fuego en Estados Unidos han sido rechazados y la razón última es que, como dice el Tribunal Supremo, máxima institución judicial del país, «la defensa personal es un derecho fundamental».