La UE acuerda endurecer las multas a los países con déficits excesivos

BRUSELAS- Seis años ha tardado en darse cuenta de las consecuencias que puede tener para la Unión Europea y para el euro el incumplimiento reiterado de los límites de déficit público acordados en el Tratado de Maastricht. Ayer, los ministros de Economía y Finanzas de los Veintisiete alcanzaron un «amplio consenso» para endurecer las sanciones tanto financieras como de otro tipo contra los países que incumplan el Pacto de Estabilidad, que obliga a los Estados miembro a que su déficit público no supere el 3% en términos de PIB. Así lo declaró el presidente permanente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, al término de una reunión relámpago que duró algo menos de tres horas. La reducción de los fondos estructurales y de cohesión y hasta la pérdida de voto son algunas de las sanciones que se podrían estudiar. «No me ha sorprendido, sino que me ha alegrado que todo el mundo esté dispuesto a avanzar hacia un Pacto de Estabilidad fuerte que tenemos que aplicar. Si necesitamos sanciones, crearemos nuevas sanciones, más de las que están ahora previstas en el PEC».

Un pacto que nació muerto

Las sanciones están ya previstas en el Pacto de Estabilidad aunque en ningún momento se han llevado a cabo. El hecho de que Alemania y Francia fueran los primeros países que superaron el límite previsto del 3% en sus cuentas anuales abrió las puertas de par en par al incumplimiento reiterado. Van Rompuy lo justificó por el hecho de actuar demasiado tarde y sin usar correctamente los instrumentos jurídicos disponibles en ese momento.

Curiosamente, el endurecimiento del Pacto es una iniciativa de Alemania, que ha pedido que se castigue a los incumplidores con la congelación de las ayudas europeas y, en los casos más graves, con la suspensión durante un año del derecho de voto en los Consejos de Ministros de la UE. Es la contrapartida que exigió Berlín para aprobar el rescate de Grecia y el fondo de 750.000 millones de euros para frenar el contagio de la crisis griega a España y Portugal. La Comisión también apuesta por suspender las subvenciones comunitarias a los incumplidores, según informa Europa Press.

Más coordinación

Cuatro han sido los objetivos en los que se han puesto de acuerdo los titulares de Economía: reforzar el Pacto de Estabilidad para que sea eficaz; reducir las divergencias de competitividad, sobre todo entre los países de la eurozona; crear un mecanismo de crisis para abordar problemas como los de Grecia; y reforzar el gobierno económico de la UE en términos institucionales para actuar rápidamente y de forma más eficaz y coordinada. «El acuerdo final debe crear una mayor cohesión económica en la UE. Esta cohesión es necesaria para actuar de forma eficaz y creíble», dijo Van Rompuy. Los ministros se reunirán de nuevo para discutir sobre coordinación económica a principios de junio y presentarán un primer informe a la cumbre de líderes europeos que se celebrará el 17 de junio. El objetivo es lograr un acuerdo final en octubre.

La ministra española Elena Salgado confirmó que al término de la reunión los países miembros del Eurogrupo intercambiaron impresiones de manera informal sobre el mecanismo acordado el pasado día 10 para asegurar la estabilidad financiera en Europa, que movilizará hasta 750.000 millones de euros, del que dijo que estaba «a punto».

La Comisión propondrá el miércoles crear una red armonizada de fondos nacionales de todos los estados que pagarán los bancos para sufragar la liquidación de bancos en quiebra.

El apoyo alemán da nuevos aires al euroEl apoyo del Bundestag, la cámara baja alemana, a la aportación de 123.000 millones de euros al plan de rescate del euro dio alas a la moneda única, que a lo largo de una sesión marcada por los altibajos llegó a rozar un cambio de 1,27 dólares, aunque al final de la sesión de los mercados acabara retrocediendo algo. El Banco Central Europeo fijó un cambio oficial de 1,2497 dólares. El proyecto de ley que establece la aportación de Alemania al fondo de 750.000 millones de euros acordado por la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional fue respaldado por 319 votos a favor, 73 en contra y 195 abstenciones. El ministro de Finanzas, Wolfgang Schäuble, calificó la aprobación como un hecho «decisivo» para el futuro de la Unión Europea y de su bienestar.