Casimiro Curbelo: «El impacto de este fuego será muy grave»

Madrid- Con una décima parte del territorio calcinado, el presidente del Cabildo de La Gomera, Casimiro Curbelo, muestra su preocupación por los efectos que ya está provocando el incendio, y muestra un cierto optimismo por la mejora de las condiciones climáticas.

–¿Cómo califica el Gobierno gomero la evolución del incendio?
–Pese a que hemos avanzado en la extinción, y el foco del Barranco de La Laja está prácticamente controlado, los frentes de Pajaritos y de Tajoras siguen activos y no se puede hablar de extinción. Insisto en que los medios aéreos están siendo de gran utilidad. No obstante, el tiempo ha sido favorable hoy (por ayer) y las previsiones lo son también para mañana (por hoy); eso me hace ser optimista.

–¿Cuáles están siendo los efectos inmediatos del incendio sobre los ciudadanos?
–El domingo, 600 ciudadanos fueron evacuados y ya han vuelto a sus viviendas casi todos. Los 60 o 70 que, por prevención aún están desalojados, han sido acogidos en casas de familiares o en centros habilitados a tal efecto por los ayuntamientos. También hubo cortes en la red de carreteras y, gracias a la evolución favorable de las tareas, sólo la carretera dorsal se mantiene inoperativa. Como resultado de la labor de los operativos en el alto de Garajonay, el servicio de telefonía móvil, que dio algunos problemas, ya ha sido restablecido. En cuanto al transporte de viajeros, no se han registrado incidencias en el aeropuerto ni en el puerto. De hecho, el vuelo que transportó a la UME se desarrolló con normalidad.

–¿Existe ya un dato orientativo del impacto económico que van a suponer los fuegos?
–Será un impacto muy potente, no me cabe duda. Aún es pronto para iniciarnos en los cálculos, pero dado que gran parte de la zona quemada es de aprovechamiento agrícola, habrá sectores que sientan mucho las pérdidas. Hay que tener en cuenta que, entre conatos e incendios, han sido veinte este verano las emergencias relacionadas con el fuego en nuestra isla. Estos sucesos han afectado a las redes eléctricas, de carreteras o de abastecimiento de agua y su reparación también supondrán gastos importantes.