Salgado asegura que no hace falta un plan B

«España no necesita un plan B alternativo. Los planes B no son nunca una buena noticia, porque se convierten en plan A inmediatamente después de verbalizarlos», dijo la ministra en Washington, donde asiste a la Asamblea Anual del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Atentos a los mercados
La vicepresidenta segunda del Gobierno negó cualquier posibilidad no contemplada bajo la argumentación de que establecer un plan B tendría un efecto contrario en los mercados, porque revelaría que el Ejecutivo no está convencido de sus previsiones. «No tenemos un plan B porque estamos totalmente convencidos de que vamos a cumplir el plan A. Si no fuera así, sí que lo necesitaríamos, pero no es el caso», indicó, en un encuentro con la prensa española que recoge la agencia Efe.

Salgado explicó, además, que los datos indican que en los ocho primeros meses de 2010 se han cumplido las metas de reducción del déficit, por lo que «no debe haber ninguna duda de que lo vamos a cumplir el año próximo. Vamos a cumplir al cien por ciento nuestro plan. Estamos convencidos».

Destacó que para el Gobierno español la «máxima prioridad» es cumplir el objetivo de déficit del 6 por ciento para 2011 que, según dijo, es una «estimación conservadora», dado que los ingresos fiscales en lo que va transcurrido de año están siendo bastante superiores a lo presupuestado inicialmente.

La ministra apuntó que, aunque el Gobierno español estudia las proyecciones del FMI, mantiene «discrepancias» con respecto a sus previsiones de crecimiento para España. En concreto, el Ejecutivo cree que el consumo interno en el país se comportará mejor que lo que apunta el FMI, lo que ayudará a reducir el déficit.

Lo mismo ocurre con el sector exterior. La ministra explicó que las exportaciones españolas no se verán muy afectadas por la apreciación del euro con respecto al dólar. En las últimas fechas, la moneda única roza la barrera de los 1,40 dólares. ¿Por qué? Porque el 60 por ciento de nuestras exportaciones «se produce en el seno de la Unión Europea».


Más control para las divisas
La «guerra de las divisas» que se ha desatado en los últimos días llevó ayer al secretario del Tesoro de EE UU, Timothy Geithner, a pedir que el FMI refuerce su papel de supervisor en esta materia. «Una de las misiones centrales del FMI es la de llevar a cabo una vigilancia rigurosa del sistema monetario internacional», dijo en su discurso ante el Comité Monetario y Financiero Internacional (IMFC), el principal órgano ejecutivo del FMI. Geithner afirmó que el organismo multilateral «debe reforzar su supervisión de las políticas cambiarias y las prácticas de acumulación de reservas» y destacó que «la excesiva acumulación de reservas a escala global está conduciendo a serias distorsiones en el sistema monetario y financiero internacional e inhibiendo el proceso de ajuste».