Real Mallorca
El Valencia ve la luz
Jonas, Soldado y Rami dieron el triunfo a los de Emery en un partido con altibajos. El Bayer, flojo
El partido era de todo o nada y a los diez segundos el Valencia se encontró con un regalo. El error del meta Leno al devolver una pelota de un defensor permitió a Jonas abrir el marcador, a Emery dar un salto de alegría y a Mestalla convencerse de que las opciones de seguir en la Liga de Campeones eran firmes. Y así fue, el triunfo, trabajado y de mérito, mantiene vivo a un equipo que aprovechó su pegada para doblegar al cuadro alemán.
Con ventaja, fue el Valencia el que tomó la iniciativa, el que se dio cuenta de que con profundidad y velocidad se podía dominar a un Bayer que, poco a poco, trató de levantarse del mazazo, de hacer su juego, no especialmente brillante, y de plantar cara. Ballack no aparecía y el que le ganaba la partida era Banega, dinámico, con ganas de jugar la pelota y de buscar los pases para Soldado. Su lesión (min 22) fue un contratiempo para los de Emery, que comenzaron a ser menos precisos y a permitir que el Bayer se fuera a buscar a Diego Alves, que intervino con acierto en tres ocasiones.
El partido se había abierto porque el Valencia no encontraba en Pablo al abrelatas necesario y tampoco Feghouli desbordaba en exceso a una defensa insegura, grande y rocosa, pero lenta de movimientos. Jonas trataba de conectar con Soldado, pero el centro del campo había perdido magia y tenía más físico con Tino Costa.
Ballack demostró su calidad –ya lo había intentado en la jugada en la que vio la tarjeta por tirarse ante Alves– y su centro perfecto lo cabeceó Kiessling a la red. El mazazo cambiaba de acera, Emery se desesperaba y el Valencia se fue al descanso con más dudas de las previstas porque el Bayer, sin hacer nada, tenía premio. Y es que ya se sabe que con los alemanes no hay que descuidarse lo más mínimo.
El Bayer apareció mejor tras el descanso porque el Valencia estaba desconectado, no acertaba en el juego corto y no llegaba el pase necesario. Salió Piatti y poco después Mathieu hizo una de las suyas y su centro lo llevó Soldado de espuela a la red. Lo encajó mal el Bayer y en un córner, el toque de Tino Costa y la cabeza de Rami cerraron el partido. Dos goles en momentos clave para mantenerse en pie e impedir que el Bayer, tosco y pesado, tuviera opciones con su juego directo.
Hay vida, hay luz para un Valencia que juega a impulsos, que elabora mal, pero que tiene pegada y maneja muy bien la estrategia. Ayer le bastó un poquito de inspiración para sobrevivir.
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