Caracas
Chávez blinda el chavismo
Su afán por mantener el poder va más allá de los comicios. Un organismo armado protegería la «revolución bolivariana» en caso de que él no estuviese
CARACAS- Hace semanas, Hugo Chávez lloraba por primera vez en campaña. Con los ojos empapados y al más puro estilo Luther King decía «mi último sueño es ser libre. Mi sueño es bajarme de esta tarima y recorrer, una vez más, las calles de Apure. Tocar arpa, cuatro y maracas; de nuevo, sin esta carga». Para la oposición, estas palabras sonaron a retirada; otros especularon con que el otrora «caballo desbocado» mostraba síntomas de agotamiento. Pero lo cierto es que, pese a algunas lágrimas de cocodrilo, el bolivariano sigue aferrado al poder. Sin embargo, fuentes internas confirmaron a LA RAZÓN que los barones del chavismo sí que especulan con la posibilidad de un horizonte sin Chávez. Aunque algunos de corte más violento, como el hermano del presidente Adán, estarían dispuestos a movilizar a las milicias populares si gana la oposición, la mayoría contempla una transición pacífica, basada en la victoria del mandatario y una posterior retirada por razones de salud. El eje fundamental de este operativo es el Consejo de Estado, creado al comienzo de la campaña. La primera tarea del Consejo de Estado, organismo contemplado en la Constitución de 1999 pero que nunca antes había sido nombrado, precisamente sería evitar una confrontación armada interna entre los chavistas.
El potencial de violencia es muy elevado en Venezuela, ante las reiteradas acusaciones de que su máxima cúpula militar está inmersa en actividades del narcotráfico, la existencia de agrupaciones de adeptos al chavismo que están armadas y han recibido entrenamiento de combate en Cuba, y la presencia de organizaciones delictivas que operan con impunidad en el país. Señales de enfrentamientos internos ya comenzaron a producirse en los últimos meses, tras los asesinatos de militares con presuntos vínculos con el tráfico de droga. Según la Constitución, el organismo debe funcionar como una especie agrupación de asesores que brindarían sólo recomendaciones al presidente, quien estaría a cargo de tomar sus decisiones. Es, a fin de cuentas, un organismo armado para preparar una posible transición si el líder bolivariano llegase a morir o enfermase gravemente durante un hipotético nuevo mandato. En paralelo, analistas advierten que la agrupación fue creada como una especie de junta de gobierno que tomaría las decisiones en nombre del mandatario. «Si no tienen definido claramente un mecanismo para una transición dentro de su régimen político, aquí puede pasar cualquier cosa», sostiene el ex diputado y analista político Alberto Franceschi. Se trata por tanto de una superestructura de poder político, que estaría muy por encima de todas las posiciones burocráticas del oficialismo. El rumor es fuerte. La base de la negociación sería dejar a nuevos factores del PSUV –Partido Socialista Unido de Venezuela– en el manejo del poder, con acuerdos previos sobre una nueva dinámica de actuación en los asuntos de la cosa pública; mientras la oposición mantendría sus actuales cuotas de poder, que podrían ser ampliadas dentro de un margen discreto. El analista político Ignacio de León afirma que «es visto como un grupo de chavistas que está tratando de llenar el vacío creado por esta situación».
Las autoridades garantizan la «limpieza» del proceso
El Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela ha garantizado la «total limpieza» en las presidenciales de mañana. Dos de las cinco máximas autoridades del CNE, Vicente Díaz y Socorro Hernández, han defendido que «está garantizada la limpieza» del proceso electoral.Para alejar el fantasma de un hipotético fraude, Díaz ha asegurado que el sistema es «absolutamente seguro y no existe ninguna posibilidad de que se altere la voluntad de los electores, gracias a la eficacia de una estructura que ha sido sometida a múltiples auditorías».
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