La violencia sacude el plan de paz

Un día después de que el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, instara a detener la violencia en Siria, dos potentes explosiones sacudieron Damasco. Se trata del peor atentado suicida, según el Gobierno sirio, con más de medio centenar de muertos. Fuentes oficiales informaron ayer de que dos vehículos cargados con mil kilos de explosivos, conducidos por «terroristas suicidas», estallaron cerca de unas instalaciones de los Servicios de Inteligencia. Los atentados se produjeron en un breve intervalo de tiempo, a las 8.00 hora local, cuando las calles están atestadas de personas que van al trabajo. Según el Ministerio del Interior sirio, además de los 55 muertos, otras 372 personas resultaron heridas. «Nos libraremos de estos terroristas que atentan contra la seguridad siria, y los castigaremos», advirtió en un comunicado el Ministerio. Desde la llegada de los observadores de la ONU, ha aumentado el número de ataques con explosivos, lo que la oposición tilda de «farsa» del régimen para convencer a la comunidad internacional de que se está luchando contra grupos terroristas. En un comunicado, el Consejo Nacional Sirio negó cualquier implicación en los atentados y aseguró que estos ataques «sirven al régimen sirio». Al no poder contar con fuentes independientes, la realidad de lo que ocurre en Siria es muy confusa. Lo cierto es que tras 14 meses de violencia, que se ha cobrado más de 12.000 muertos, la inestabilidad ha propiciado la entrada de grupos afines a Al Qaeda en el país. Para Amal Saad Urayib, analista de la Universidad Americana de Beirut, «este tipo de atentado solo puede ser obra de grupos terroristas». Según la doctora Urayib, «combatientes libios, iraquíes o libaneses han penetrado en Siria aprovechando la situación de violencia e inestabilidad». Por su parte, el jefe de la misión de observadores de la ONU, Robert Mood, que salió ileso de otra explosión el pasado martes, declaró que estos actos terroristas «afectan a todos los sirios».

Desde Bruselas, Kofi Annan, artífice del plan de paz en Siria, tras condenar enérgicamente los atentados dijo que toda acción que sirva a exacerbar las tensiones y aumentar el nivel de violencia no puede más que ser contraproducente para los intereses de todas las partes".