Telefónica y PT suavizan posturas y retoman el diálogo por la venta de Vivo

El pasado día 30 de junio la Junta de accionistas de PT aprobó por una aplastante mayoría del 73,9% la venta a Telefónica del 50% de Brasilcel, sociedad holandesa tenedora del 60% de Vivo, por 7.150 millones de euros. Esta operación permitiría a la operadora que preside César Alierta unificar sus negocios en Brasil de telefonía fija y móvil, generando importantes sinergias. Sin embargo, el Ejecutivo portugués, presente con 500 acciones en PT, vetó la decisión de la Junta amparándose en la «acción de oro» que mantiene el Estado luso.El uso de esta prerrogativa ha sido condenada con dureza por la Comisión Europea, y su propio presidente, José Manuel Durao Barroso, recordó ayer que es ilegal. Tras el veto del socialista José Sócrates, el máximo accionista de PT, Banco Spirito Santo, alertó de la posibilidad de que Telefónica presentase una OPA, ya que la última oferta de la multinacional española se acerca a la capitalización bursátil de la operadora portuguesa.Así, tras el fragor post Junta y sólo unas horas antes de que el Tribunal de la UE sentencie sobre la ilegalidad de la «golden share» empleada por los lusos, Telefónica y PT anunciaron ayer por la tarde en sendos comunicados oficiales su intención de retomar el diálogo: «Estamos dispuestos a continuar buscando las soluciones posibles para llevar a buen fin la operación de tal manera que las partes interesadas se sientan confortables», aseguran. No obstante, la compañía de Alierta advierte de que mantendrá su oferta de 7.150 millones de euros sólo hasta el próximo 16 de julio.Apoyo de accionistas y analistasLos analistas y bancos de inversión están convencidos de que, al final, la venta del paquete de PT en Vivo a Telefónica se hará efectivo, y así lo han manifestado en sus recomendaciones de los últimos días. El último paso se conoció ayer. El Banco Central de Noruega (Norges Bank) ha alcanzado una participación del 5,19% en el operador portugués, tras la compra el pasado 5 de julio de 2,49 millones de acciones. La firma lusa señaló que, como resultado de esta transacción, Norges Bank posee un total de 46,5 millones de acciones ordinarias (sexto accionista), con su correspondiente derecho de voto. Por otra parte, la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (AEMEC), anunció ayer que demandará al Estado luso si no permite la operación de Vivo, informa E. Montalbán.