La familia salva a ZP

¿Por qué con casi cinco millones de parados no hay manifestaciones en la calle ni una significativa protesta popular? Esta pregunta la hacen muchos españoles. Coincido con mi amigo Rogelio en que una de las razones, además de la ineficaz política económica de Zapatero, es que este ha fracasado en su persistencia por anular y disolver a la familia. Son estampas muy habituales las del regreso de jóvenes al seno de la casa de los padres, en donde se ven amparados no sólo en las necesidades materiales sino en otras, igual o más importantes, como las emocionales y psíquicas. Multitud de jóvenes en paro o de separados sin posibilidad de asumir las obligaciones, se han cobijado en lo que durante decenios fue su familia. Así es como evitan un panorama desolador. Mi amigo y yo estamos convencidos de que la familia se ha erigido en una de las tablas de salvación para frenar los efectos sociales de la crisis y, por tanto, para que ZP se mantenga en el poder y no haya tenido que enfrentarse a una sublevación popular, propia de la tragedia del desempleo. ¡Qué razón tiene el Papa Benedicto XVI! «la familia constituye un patrimonio de la humanidad, una institución social fundamental; es la célula vital y el pilar de la sociedad y esto afecta tanto a creyentes como a no creyentes. Es una realidad por la que todos los Estados deben tener la máxima consideración, pues el futuro de la humanidad se fragua en la familia. Es indispensable y urgente que todo hombre de buena voluntad se esfuerce por salvar y promover los valores y exigencias de la familia». Por ello, agradecemos que ZP no haya logrado completamente dinamitar la familia ni los valores que históricamente la han caracterizado. Así es la vida.