Los regantes califican de insolidaria e inmoral la postura de Barreda

Ante la postura que anunció el pasado martes el Comité de Crisis de la Cuenca del Segura de que pondrán en «pie de guerra» al Sureste español por el Plan del Tajo; el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, aseguró ayer que lo que exige es que se cumpla la prioridad de la cuenca cedente en materia de agua, «eso no es agredir a nadie, eso es sencillamente defender la ley y el sentido común».

Por ello, José Manuel Claver, presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura (Scrats) y miembro del Comité junto a CCOO, UGT, Asaja, COAG y UPA, entre otros, dejó ayer claro que el Gobierno de España tiene que «poner orden» en la problemática del agua, ya que mientras el Plan Hidrológico del Tajo «procura cargarse el trasvase Tajo-Segura, el proyecto del Plan Hidrológico del Segura se apoya en el mantenimiento de esta infraestructura».
Asimismo, Claver adelantó que la Confederación Hidrográfica del Segura, encabezada por Charo Quesada, estudiará hoy el Esquema de Temas Importantes (ETI) en el Consejo de Agua de la Cuenca del Segura, con el fin de analizar e informar sobre el proceso de planificación hidrológica.

Por su parte, José María Barreda aseguró que «de forma muy tranquila y completamente en paz quiero decir que vamos a defender los derechos que Castilla-La Mancha tiene cuenca a cuenca, río a río, ahora que se están negociando los planes de la cuenca del Tajo, del Segura y del Júcar».

Sin embargo, los regantes del Segura quieren exponer el enorme problema, que sufrirían los ciudadanos del Sureste español, a la ministra de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar, antes de que sea demasiado tarde y no haya solución posible.