Barcelona

Mas abre el diálogo para deshacer el legado del tripartito

Después de la fiesta convergente, llegó ayer la hora de la resaca y de la reflexión. En unos treinta días se calcula que el líder de CiU, Artur Mas, podría tomar posesión como presidente de la Generalitat y por delante le queda un duro camino que pasa por el diseño del gobierno y la planificación de las estrategias a seguir para construir la «Cataluña mejor», que rezaba el eslogan de campaña de CiU.

Mas, en la imagen con Duran Leida, puede ser investido presidente de la Generalitat antes de que acabe el año
Mas, en la imagen con Duran Leida, puede ser investido presidente de la Generalitat antes de que acabe el añolarazon

Pese a que los nacionalistas han exhibido durante la campaña voluntad de no entrar en un mercadeo de promesas electorales, son muchos los compromisos que la federación nacionalista ha adquirido con su electorado y que en los próximos días deberán empezar a tomar forma.

Como primer paso, el presidente de CiU y ganador de las elecciones catalanas está decidido a abrir una ronda de contactos con los líderes políticos para tender «puentes de diálogo» y tratar de conseguir grandes acuerdos durante la próxima legislatura, según afirmó en su primera rueda de Prensa tras ganar las elecciones catalanas. No en vano, en la noche electoral ya había apelado a la «suma de esfuerzos» –adversarios políticos incluidos– para «levantar Cataluña». La ronda de contactos con los líderes catalanes se iniciará hoy mismo y será por orden descendente. Es decir, empezando por los socialistas, aunque queda la duda sobre quién será el interlocutor de Mas tras la renuncia del presidente de la Generalitat en funciones, José Montilla, a su acta de diputado.

Hora antes de que Mas valorara los resultados electorales, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, se había encargado de empezar a desgranar los detalles de la nueva acción de gobierno que guiará Cataluña tras siete años de gobierno tripartito.

ADELGAZAR EL GOVERN
«Austeridad» será la principal premisa que regirá la acción de gobierno de la federación nacionalista. A lo largo de la campaña, el líder de CiU se ha comprometido en repetidas ocasiones a adelgazar la administración pública catalana. El régimen de adelgazamiento convergente pasa por reducir el número de consejerías del Ejecutivo catalán, que podrían pasar de catorce a doce, así como, reducir en un 25 por ciento el personal de la administración. Eso sí, nada de tocar a los funcionarios. La reducción afectará sólo a los cargos de confianza y a la estructura política de la administración catalana.

PACTO FISCAL
La gran promesa electoral de la federación nacionalista ha sido el compromiso de trabajar para que Cataluña consiga un pacto fiscal en la línea del concierto económico vasco, que le permita tener mayores recursos para hacer frente a la crisis económica y mejorar los servicios sociales. Sin embargo, pese a haber sido el protagonista de la campaña, el pacto fiscal no será una prioridad a corto plazo. Mas está decidido a convertir el concierto en la moneda de cambio por investir al próximo presidente del Gobierno. De esta manera, el pacto fiscal no se planteará formalmente hasta las elecciones generales de 2012. El objetivo de CiU es que Cataluña puede disponer de su nuevo pacto fiscal a partir de 2013.

IMPUESTOS
Pese a que en CiU tienen la convicción de que cuando entren en la Generalitat se encontrarán «las arcas vacías», están decididos a rebajar los tributos que el tripartito ha subido en los últimos años hasta sus cotas de 2003. Mas considera que la rebaja de los impuestos reactivará la actividad económica y permitirá aumentar la recaudación. Pese a todo, el nacionalista no pretende que la bajada de impuestos sea permanente, y cuando la economía empiece a dar muestras de recuperación los tributos volverán a subir. De todas formas, a Mas no le quedará más remedio que acabar definitivamente con el Impuesto de sucesiones en los próximos meses, ya que es una de las promesas electorales.

NO A LOS 80KM/H
Mas se ha comprometido a acabar con la limitación de velocidad de 80km/h en los accesos a Barcelona justo después de cruzar el umbral de la Generalitat. Desde que el tripartito aprobó esta limitación de velocidad, la federación nacionalista ha hecho bandera de la lucha por su supresión. Mas llegó incluso a dudar de la efectividad de esta medida para reducir los accidentes de tráfico y la contaminación en el área metropolitana de Barcelona.

MOSSOS D'ESQUADRA
Durante la pasada legislatura, CiU fue especialmente beligerante con la gestión de ICV al frente de la policía autonómica catalana. Los nacionalistas pretenden devolver «el prestigio» a los Mossos d'Esquadra retirando el código ético impulsado por el tripartito. Además, CiU se compromete a no hacer públicas las imágenes registradas por las polémicas cámaras instaladas por ICV en las comisarías de la policía autonómica.

LOS MEJORES
El futuro presidente de la Generalitat no tiene ninguna intención de hacer público su equipo de gobierno esta semana, ni probablemente la próxima, según avanzó ayer. Sí se ha comprometido a constituir «el gobierno de los mejores» en que podrían incluirse numerosas caras de fuera del mundo de la política, una medida que no ha sentando nada bien a algunos miembros de la federación nacionalista. De momento, sigue la incógnita sobre el papel que Duran Lleida desempeñará en este ejecutivo, pese a que Oriol Pujol dio ayer casi por sentado que integrará el equipo de gobierno de Mas.

OBJETIVOS
La economía y la educación serán las principales prioridades del gobierno dirigido por Artur Mas. Tanto es así, que el nacionalista se ha fijado como objetivo dejar la tasa de paro catalana en un 9 por ciento, frente al cerca del 20 por ciento actual. Para conseguirlo se ha propuesto hacer una acción de gobierno «amiga de la empresa», como único organismo capacitado para crear empleo. Los objetivos que se ha fijado Mas pasan también por mejorar la educación y reducir el fracaso escolar a la mitad, que actualmente se sitúa cerca del 30 por ciento. Mejorar la formación profesional (FP) o acabar con la semana blanca, son otras iniciativas.