África

Libia

Los rebeldes no entregarán a los Gadafi a la justicia internacional

Las autoridades rebeldes empiezan a marcar su territorio. A pesar de que gracias a los bombardeos de la OTAN sus milicias han podido vencer a las tropas de Gadafi, el Consejo Nacional de Transición no parece dispuesto a extender un cheque en blanco a sus aliados occidentales.

DESCARGUE EL GRÁFICO COMPLETO EN CONTENIDOS RELACIONADOS
DESCARGUE EL GRÁFICO COMPLETO EN CONTENIDOS RELACIONADOSlarazon

Para empezar, uno de sus responsables, Abdel Moneim al Honi, señaló ayer que su país no permitirá el establecimiento de bases militares de la OTAN en Libia. Además, aunque esté negociando con la Corte Penal Internacional la entrega de uno de los hijos de Gadafi, Seif al Islam –capturado en Trípoli el pasado domingo y retenido en un lugar secreto y seguro–, no parece tener intención de entregarle al organismo internacional. Seif al Islam es acusado de crímenes contra la humanidad, al igual que su padre, por el Tribunal de la Haya, que emitió un mandato de captura contra él el pasado mes de abril. A pesar de ello, la CPI solo puede actuar si la Justicia Libia no lo hace o renuncia de manera explícita a juzgar al acusado. Por el momento, los rebeldes parecen querer juzgar a sus ex verdugos en Libia, tal y como han asegurado desde el principio de la revuelta y volvió a decir ayer el presidente del CNT, Mustafa Abdel Yalil, que confirmó que tienen en sus manos tanto a Seif al Islam como a otro de los hijos de Muamar el Gadafi. Abdel Yalil admitió no saber dónde está el dictador, pero dijo que espera que éste sea capturado vivo, para que tenga «un juicio justo». Isam, un joven de Bengasi, aseguraba a LA RAZÓN que eso es lo que desea: «Pido que se le juzgue por lo que ha hecho en sus años de dictadura, tal y como (el ex presidente egipcio) Hosni Mubarak. Sólo quiero que se haga justicia y que podamos verlo todos, pero no que le ejecuten». Esta es una de las principales preocupaciones de la comunidad internacional. Sobre todo se teme que la victoria de los rebeldes desate venganzas y una guerra fratricida, más aún ahora que están entrando en los bastiones de los fieles de Gadafi. Pero, Abdel Yalil, ha asegurado en varias ocasiones que no lo permitirá y ha pedido a sus hombres que respeten las propiedades públicas y privadas, y las vidas humanas, incluidas las de los enemigos. Ayer prometió la construcción de un «estado de derecho que permita juicios justos» a todas las víctimas y los responsables.