Zapatero ratifica ante los líderes europeos su total respaldo a Portugal

El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, ratificó hoy ante sus colegas europeos el pleno respaldo de España a Portugal y la garantía de que siempre estará a su lado para ayudar en lo que le pida el país vecino.

Zapatero quiso dejar patente ese apoyo en su intervención en la primera jornada del Consejo Europeo que se celebra en Bruselas y en la que la crisis portuguesa ha copado casi todo el protagonismo.

El jefe del Ejecutivo español, quien en los últimos días ha mantenido varias conversaciones con el primer ministro de Portugal, José Sócrates, sobre las consecuencias que podría tener su dimisión, volvió hoy a tener una charla con él en Bruselas sobre la etapa que se abre en ese país.

Ante ella, Zapatero dijo al resto de líderes de la UE que España estará en todo momento al lado de Portugal y que apoyará en todo lo que le pida, informaron fuentes de la delegación española. Previamente, Sócrates había tomado la palabra para asegurar a los Veintisiete que pueden confiar en Portugal y que su país va a cumplir los compromisos contraídos en materia económica.

El análisis de la crisis portuguesa impidió definitivamente que, en contra de lo previsto, en la jornada de hoy se debatiera sobre las iniciativas que van a plantear varios países para demostrar su compromiso con el Pacto del euro. Por ello, será mañana cuando Zapatero presentará al Consejo un plan que incluye una docena de medidas para dejar claro el compromiso español.

Fitch rebaja la calificación de Portugal
La agencia de calificación crediticia Fitch ha rebajado la nota de solvencia a largo plazo de la deuda de Portugal en dos escalones, hasta 'A-' desde 'A+', mientras que el 'rating' emisor a corto plazo pasa a 'F2' desde 'F1' tras la decisión del Parlamento luso de rechazar el nuevo plan de ajuste presentado por el Gobierno, lo que se tradujo en la dimisión del primer ministro portugués, José Sócrates.

Asimismo, la calificadora de riesgos ha advertido de que ha situado ambas notas en vigilancia con implicaciones negativas, lo que deja abierta la posibilidad de nuevos recortes de 'rating' a corto plazo. "La rebaja refleja los mayores riesgos a la puesta en marcha de las medidas y a la financiación fiscal tras el rechazo parlamentario a los planes de consolidación fiscal y la dimisión del primer ministro", dijo el analista de Fitch Douglas Renwick.

En este sentido, Fitch considera que, desde que revisó a la baja la nota de Portugal el pasado 23 de diciembre, "han aumentado los riesgos de financiación". Así, recuerda que Portugal ha captado hasta la fecha 12.000 millones de euros a través de la colocación de deuda en los mercados, así como otros 1.300 millones mediante colocaciones privadas.

Nuevos vencimientos
Sin embargo, la agencia destaca que el país luso ha hecho frente a 10.800 millones en vencimientos de deuda y cuenta con un considerable déficit, así como con nuevos vencimientos de 4.300 y 4.900 millones de euros en abril y junio, respectivamente.

"Ante la ausencia de mejoras en las condiciones financieras, Fitch ya no considera que Portugal pueda mantener un acceso asequible a los mercados este año", añadió Renwick.
Por otro lado, la agencia explicó que la 'vigilancia negativa' sobre la nota portuguesa implica una "elevada probabilidad"de un nuevo recorte en los próximos tres o seis meses.

 "A falta de medidas de asistencia financiera oportunas y creíbles de común acuerdo con el FMI y la UE, el 'rating' de Portugal podría ser rebajado nuevamente, posiblemente en más de un escalón", advirtió Fitch, que también analizará el coste fiscal para el país de fortalecer la capitalización del sistema bancario portugués.

 El diferencial de los bonos portugueses a diez años respecto a sus homólogos alemanes se situaba tras el recorte de calificación de Fitch en 470 puntos básicos, con un rendimiento del 7,867%, según los datos del mercado secundario consultados por Europa Press.
 
Sin embargo, la presión sobre la deuda portuguesa resulta aún más apreciable en plazos inferiores de vencimiento, ya que en el caso de los bonos a cinco años la rentabilidad escalaba al 8,255%, mientras que la deuda a tres años ofrece un rendimiento del 7,530%.