Resultadismo por Gaspar ROSETY

España cumplió el objetivo y, por el camino, han llegado comentarios, críticas y censuras, algún elogio perdido y una sobredosis muy española de impaciencia. Lo cierto es que no seguimos el camino de Italia y Francia y nos enfrentamos a la batalla ibérica en la que uno de los dos tendrá que decir adiós. Ésta es la ley de la competición, la ley del Mundial; un campeonato que no gana necesariamente quien mejor juega sino quien más y mejor gana. La Copa del Mundo es el resultadismo por excelencia y aquí hemos venido los españoles alardeando de un fútbol sublime, de una técnica de alta escuela y de un juego bonito para el espectador, que paga y encuentra recompensa. Nos avalan los resultados, campeones de Europa, dos derrotas en dos años, los más ofensivos del Mundial, sí, pero nos basamos en el fútbol de calidad que pregonamos.Suráfrica nos ha visto empezar mal, con el sufrimiento de un partido perdido. «La Roja» no ha desplegado su mejor fútbol aunque haya hecho casi todo bien excepto golear en los dos primeros partidos y quitarle el balón a Chile. Ya dice la canción de Carlos Goñi que el mejor agua está por llover y me gustaría que sucediera así, que Ciudad del Cabo no fuera más que un tránsito hacia la semifinal en la que, presuntamente, nos esperaría Argentina. Antes, aguarda Portugal con sus estrellas. Es el horizonte que se divisará desde el Cabo de Buena Esperanza, bellísimo nombre para una hazaña. Dicen que los actos heroicos suelen conseguirse por una mujer, una venganza o un botín. Aquí, el botín resulta un privilegio, oro en las tierras del oro. Y para siempre.