Uno de los mineros chilenos bajo cuidado psicológico

En una rueda de prensa ofrecida hoy, el subdirector médico del hospital, Jorge Montes, informó de que Sepúlveda, el "animador"en los vídeos que los atrapados grabaron en la profundidad de la mina San José, se encuentra bajo la observación de los servicios de salud mental.

No obstante, Alberto Iturra, coordinador de los psicólogos que asesoraron a los mineros durante el prolongado encierro y el proceso de rescate, dio a entender, sin entrar en detalles, que lo de Sepúlveda puede ser un efecto del estrés y del agotamiento.

Los mineros salieron de la profundidad "muy agotados y cuando uno está agotado la sensibilidad aumenta casi al máximo y las tolerancias bajan a casi el mínimo", dijo.

"Ellos necesitan un periodo de descanso y de adaptación. Tienen que superar exitosamente este proceso de recuperación, pero en general todos ellos lo van a conseguir exitosamente", añadió.

Sepúlveda fue el segundo minero rescatado y, a su salida, se le vio muy excitado, regaló piedras del fondo de la mina a autoridades y socorristas y fue el primero en hacer declaraciones, tras el inicial chequeo médico, señalando su deseo de ser tratado como "un trabajador".

Además, Montes señaló que hoy "no menos de diez"mineros serán dados de alta del centro médico y destacó la recuperación que habían experimentado los trabajadores tras su encierro desde el pasado 5 de agosto.

"La situación hoy es bastante satisfactoria. Todo ha salido como estábamos esperando dada la condición mostrada por los pacientes. Todavía se está produciendo la visita médica por lo tanto no tenemos un número exacto, pero estimamos que no va a ser menor de diez mineros", precisó.

"Se han despejado bastantes problemas desde el punto de vista médico. El problema respiratorio de un paciente en particular y el problema oftalmológico de otro paciente están absolutamente manejados y no van motivar una estadía prolongada en este hospital", sostuvo el facultativo.

La noche del jueves, tres de los mineros, Juan Illanes, Edison Peña y el boliviano Carlos Mamani fueron los primeros en abandonar al hospital de Copiapó.