F-1

Barcelona

A Ferrari le pilla el «Bull»

Los entrenamientos colectivos que la F-1 disputó en el circuito de Valencia esta semana sirvieron para dar salida a la batalla por conocer las genialidades incorporadas por los ingenieros a sus nuevos monoplazas.

Kubica, hoy en Cheste
Kubica, hoy en Chestelarazon

La más curiosa ha venido de Renault y Red Bull. Los primeros han redirigido los escapes del motor a la parte central del coche; y los segundos conservan la misma posición trasera, pero han colocado un pequeño deflector a la salida de los escapes para enviar los gases al mismo sitio prohibido por la FIA (al difusor), aunque sea de forma indirecta. La razón es sencilla. El pasado año, Red Bull empleó los gases que emite el escape del coche para dirigirlos al difusor, una parte del coche que utiliza el aire para pegar el monoplaza al suelo y obtener más velocidad en el paso por curva. En el reglamento técnico de 2011 redactado por la FIA esto quedó anulado, pero ahora los responsables de estas escuderías han ideado la forma de obtener el mismo beneficio sin contravenir la ley.

El propio Ross Brawn, jefe de equipo de Mercedes GP, ha reconocido que la medida es muy útil y que ellos mismos ya trabajan con algo parecido para incluirlo en su coche en los próximos entrenamientos.

Renault ha ido más allá. Con esta posición tan particular de los escapes en la zona media, donde empiezan los pontones laterales del monoplaza, los gases se redirigen a la parte inferior del coche, bajo el chasis, y así acelera el aire que pasa por debajo, que llega con más fuerza a la parte trasera para ganar el mismo efecto que antes. Con este «invento» la polémica puede estar servida, pero con la ley en la mano, ninguno de los dos incumple la prohibición de la FIA.

De momento, Ferrari conserva la posición de sus escapes en la parte trasera, aunque es más que probable que en Maranello ya estén estudiando esta solución que, de ser aplicada, necesitaría de un rediseño de algunas partes del F150. Es decir, caminar otra vez a remolque de los equipos rivales en lugar de innovar como ocurría no hace muchos años.

De momento, en la «Scuderia» no andan preocupados e incluso se rumorea que el coche que llegará a la primera carrera sufrirá muchos cambios aerodinámicos en los próximos tests. De momento, Alonso se ha centrado en conocer el rendimiento de los neumáticos Pirelli y con esta información abordará otros aspectos.

Hoy se presenta el nuevo McLaren, del que se dice que aporta varias novedades tecnológicas que prometen sembrar controversias. Así lo reconocía Martin Whitmarsh, su responsable. Ellos también están en el punto de mira porque desde su fábrica de Woking han salido rumores que apuntan a que, a pesar de que la FIA también prohibió el conducto F (la genialidad que el pasado año permitía a sus coches correr más en recta y luego no perder agarre en la zona de curvas), puede que hayan encontrado la forma de bordear la norma y lograr de nuevo el mismo resultado. Sin lugar a dudas, los comisarios técnicos de la Federación tendrán mucho trabajo y, eso sí, una vez más los ingenieros de este deporte dejarán en entredicho la redacción del reglamento y sus lagunas.

En 2009 fueron los difusores; en 2010, la flexibilidad de los alerones de Red Bull, y ahora, todo indica que otra ocurrencia técnica puede marcar el comienzo de la temporada de la F-1. Ésta es la parte que se ve porque por dentro los coches punteros esconden muchos secretos. No será hasta la primera carrera cuando realmente empiecen las suspicacias. Jerez, Barcelona y Bahrein serán escenarios de los siguientes ensayos.


Massa asume su papel
Felipe Massa entró ayer en acción en el circuito de Valencia. Lo hizo después de ver cómo su compañero Fernando Alonso tenía el honor de probar el F150 en primer lugar los dos días anteriores. La primera misión del brasileño fue romper el motor, una tarea programada por los ingenieros para comprobar cuáles son sus límites. Su rol como segundo piloto parece claro dentro de la «Scuderia».