Un futuro guardarrail que salvará vidas

El riesgo de morir en un accidente de tráfico en moto es 17 veces mayor que en coche. El tipo de accidente más frecuente en carretera es la salida de la vía. De hecho, representa el 30 por ciento de los accidentes con víctimas con implicación de motocicletas. Una forma de reducir esta siniestralidad, así como las amputaciones que en muchos casos sufren los motoristas al darse con el guardarrail, es cubriéndolo para evitar que actúe como una cuchilla.
Otra forma, poniendo un guardarrail de caucho debajo de la «valla» para impedir que, en caso de accidente, el motociclista se cuele por debajo y sufra una amputación. Así, la goma absorberá parte del impacto. Y si, además, ésta es de caucho de neumáticos reciclados, mejor en el sentido medioambiental, ya que, además de atenuar los daños, da un nuevo uso al neumático gastado.
Algo importante, ya que cada año se «tiran» 300.000 neumáticos usados y, aunque ya no puedan acabar en los vertederos, así se fomenta un nuevo destino a todo ese volumen de caucho.

Prueba piloto en Elche
Este proyecto, puesto en marcha por la empresa Industrias del Neumático del Grupo Soledad, ha contado con la colaboración de la Universidad Miguel Hernández y el Ayuntamiento de Elche (Alicante). De ahí que sea Elche «la localidad en donde queremos hacer la prueba piloto del guardarrail de caucho de neumático reciclado», explica Salvador Pérez, director del Grupo Soledad y vicepresidente de la Asociación Española de Neumáticos Reciclados (AER).
En concreto, «la idea inicial –prosigue Pérez– sería ponerla en los puntos negros donde mueren más motoristas en Elche». Esta solución, «permitiría que alguien que fuese a 70 kilómetros por hora en moto y se saliese de la vía y se diera con el guardarrail pudiera salvarse», añade el director del Grupo Soledad.

de qué está compuesto
«Por cada kilómetro de guardarrail en el que se instalara otra ‘‘valla'' de caucho debajo de la metálica se reutilizarán 2.287 neumáticos de turismo fuera de uso», precisa Pérez.
Además, según los datos facilitados por Grupo Soledad, al aprovechar el caucho de las gomas usadas y no utilizar para este fin caucho nuevo, «se ahorran unos 57.000 litros de petróleo, evitando así la emisión de aproximadamente 169.000 kilogramos de dióxido de carbono (CO2) a la atmósfera».
El prototipo cuenta, asimismo, con una banda reflectante que incrementa la visibilidad y permite que el agua salga por debajo para evitar encharcamientos en la carretera.
Ahora sólo queda que las diferentes administraciones decidan invertir. Algo difícil en estos tiempos que corren, pero que resulta esencial para reducir la siniestralidad en la carretera. Porque, aunque 2011 fue el cuarto año consecutivo en el que la cifra de motoristas fallecidos volvió a bajar, lo cierto es que sólo durante 2011 fallecieron 235 motoristas en las carreteras españolas, según el «Balance de Seguridad Vial 2001», que presentó la Dirección General de Tráfico (DGT) el pasado mes de enero.
Pero, no es la única idea que se lleva a cabo en este sentido. Hace dos años, un equipo de investigadores de la Universidad de Alicante desarrolló y patentó unos protectores de plásticos para cubrir los guardarrailes, con el objetivo de minimizar el riesgo de las lesiones que sufren los motoristas en las carreteras.