Más espacio para llevar a toda la familia

Atrás ha quedado la época en la que este tipo de vehículos estaban de moda. La búsqueda casi obsesiva de espacio hizo que esos gigantes sobredimensionados invadieran las carreteras. Pero los problemas aparecían en el primer viaje: había espacio y cabían muchos pasajeros, pero muy poco equipaje. Algo que ha corregido el nuevo Volkswagen Sharan, que no se limita a ser sólo un monovolumen, si no que añade estilo y modernidad en sus líneas, además de tecnología.

El Sharan tiene modificaciones en su estética. Ha crecido 22 centímetros su longitud, pero sus formas han ganado en elegancia y su nuevo diseño frontal ha conseguido rebajar el coeficiente de penetración, o sea: la resistencia frontal al aire, con lo que se beneficia de menores niveles de consumos y emisiones. En su vista lateral destacan sus puertas correderas que pueden abrirse sin ocupar espacio y facilitan mucho el acceso a su interior. El habitáculo se ha estructurado como si se tratara de un turismo de lujo. Todo está al alcance de la mano y nada queda demasiado lejos del conductor. La posición frente al volante, con un asiento eléctrico regulable, permite una conducción muy relajada, idónea para largos recorridos y que, gracias a su altura, ofrece un amplio dominio del entorno. El enorme salpicadero se compone de una parte frontal que se caracteriza por la multitud de huecos para almacenar todo tipo de objetos, y una parte central bastante elevada en la que encontramos la palanca de cambio tanto en las versión manual de 6 velocidades como en la que utiliza el eficaz cambio automático DSG del grupo VW.

Las tres plazas traseras son amplias, cómodas y con espacio de sobra para las piernas. Se ofrece la posibilidad de instalar una segunda hilera con dos asientos que se esconden bajo el piso del maletero cuando no se utilizan. Tanto en la configuración de cinco plazas, como en la de siete plazas, el maletero, que era un grave inconveniente para este tipo de coches, en el nuevo Sharan, ofrece una gran capacidad. Los motores que se han elegido para este modelo responden a las expectativas de sus usuarios: elásticos, agradables y con una magnífica respuesta. La gama contempla dos de gasolina y tres diésel, que van desde los 140 hasta los 200 caballos. En ambos casos están asistidos por un turbocompresor, que les proporciona e elasticidad en carretera y agilidad en la respuesta de potencia. Y todo ello con unos consumos y nivel de emisiones muy bajos y sin perder prestaciones. Algo a tener en cuenta en un automóvil pensado para usarlo en largos viajes.

El Sharan es un gran volumen con vocación de turismo de alto nivel y constituye una buena opción para familias numerosas o para actividades que precisen equipajes abultados.