Juan Manuel Montilla «Langui»: «Yo no quiero ser ejemplo de nada»

-«Pan Bendito». Va por su barrio madrileño. ¿Qué tiene de especial?
-Sus gentes y sus historias cotidianas.

-¿Es usted como su barrio?
-No lo sé, no creo que a mi barrio le cueste tanto andar, moverse.

-Cuenta historias divertidas. ¿La más?
-La aventura de hacer un programa de radio, Radio Taraská, en el corazón del barrio y en un local abierto al vecindario. Allí ha pasado de todo, y de eso trata este libro. Emitimos por internet.

-Dígame algo sobre Pan Bendito desde las entrañas.
-Cuando estás lejos de él lo echas de menos y cuando estás en él, te quieres marchar.

-¿Qué le gustaría que no hubiera en Pan Bendito?
-Abusos, delincuencia, droga...

-Por cierto, ¿en su barrio hay buen pan?
-Si, han entrado en el negocio los chinos y tienen todos los días pan calentito.

-Quizá en alguna ocasión le llamó a su barrio Pan Maldito...
-Sí, cuando lo he odiado por algo. Cuando no hay respeto, la convivencia es chunga.

-Viven allí payos, gitanos, inmigrantes de todos los sitios. ¿Qué envenena la convivencia?
-La ignorancia y la falta de respeto.

-Sarkozy expulsó a gitanos de Francia. ¿A quién expulsaría usted de Pan Bendito?
-Yo no expulso a nadie, no soy un sheriff. Si expulsara, me convertiría en Sarzkozy. Y no me gustaría serlo.

-Hombre, no está mal tener al lado a Carla Bruni...
-Yo tengo a mi Rocío, no envidio a Sarkozy.

-Su libro anterior se lo dedicó a los que tienen la vida complicada y luchan para salir adelante. Usted mismo es un luchador nato...
-Yo no quiero ser ejemplo de nada. Si me ven así, bien, y si sirvo para ayudar a alguien, mejor, pero yo sólo soy un tipo que se queja poco.

-Cine, discos, libros, radio... ¿Qué le queda por hacer?
-Mi propio programa de televisión.

-Ganó el Goya al actor revelación por «El truco del manco». ¿Le ha servido para algo?
-Para colocarlo en el salón de la casa de mis padres y que se sientan orgullosos. No se lleva mucho el cine de discapacitados.

-Ni tampoco de muy capacitados...