Estrecho de Gibraltar

El Atlántico nutre al Mediterráneo de fosfato a través del Estrecho

La Razón
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Un estudio coordinado por CSIC ha descrito por primera vez el papel de las aguas atlánticas en la regulación de la productividad biológica del Mediterráneo. Éstas facilitan la entrada de fosfato, un nutriente que favorece la proliferación del fitoplancton, el primer eslabón de la red alimenticia marina. Hasta ahora se pensaba que estas masas de agua que entraban eran pobres en fosfato. Sin embargo, los investigadores, que publican sus resultados en «Global Biogeochemical Cycles», han descubierto que la corriente atlántica que entra a través del Estrecho de Gibraltar posee concentraciones de fosfato suficientemente altas para contribuir al crecimiento de los microorganismos que forman el fitoplancton, y que la limitación por fosfato que se observa en ciertas áreas del Mediterráneo oriental se debe a procesos como la deposición atmosférica o las descargas fluviales, tal y como afirma Emma Huertas, investigadora del CSIC.