TV envolvente: el césped del derbi en casa

Imaginen asistir a un concierto desde el escenario o disfrutar del próximo clásico Barcelona-Madrid mientras los jugadores pasan a su lado corriendo por el campo. Y sin salir de casa. «La retransmisión a cargo del usuario» es el reto que tiene delante de sí la televisión. El «mudo» aparato del salón estará gestionado por el usuario, quien decidirá qué quiere ver, cómo y en qué momento. Toda un arma interactiva.

Además del puro entretenimiento, el receptor servirá para tareas más profesionales como conferencias en las que, gracias a la realidad aumentada, se podrá contar con la telepresencia de las partes implicadas. Casi como si fueran hologramas de alguna película. Acercar la televisión a estos escenarros esla razón de ser del proyecto «Inmersive TV». Cuenta con un presupuesto de 2,7 millones de euros, cofinanciados por el Ministerio de Industria, a través del Plan Avanza y en él participan Indra, la Universidad Politécnica de Valencia y la Politécnica de Madrid, quien aporta un arma clave para los desarrollos de los dos años y medio que dura el I+D: su cueva de cinco dimensiones, inaugurada recientemenete, permite el visionado envolvente de cualquier espacio y recoge la información de movimiento, visual y táctil del telespectador.

Tecnología
Los supuestos más básicos se centran en la posibilidad de integrar armas de interacción para el usuario. Éste, convertido en un sujeto menos pasivo, podría disponer de aplicaciones, juegos de pantalla, ayudas visuales «en los Juegos Olímpicos ya se han integrado para controlar los cruces de meta, por ejemplo», explica Iris Galloso, ingeniera de Telecomunicaciones del grupo de realidad virtual del Centro de Domótica Integral de la Universidad Politécnica de Madrid. Sería interesante también para las cadenas, dado que un mayor feedback puede repercutir en el conocimiento minuto a minuto de los cambios en la audiencia real.

Desde la cantidad de cámaras que se necesita en los eventos hasta la forma de transmitir los datos, los retos son enormes y habrá que ver en los próximos dos años qué clase de prototipo diseña el equipo, si incluye casco para el visionado como apuntan los responsables o qué clase de aparato sustituirá al viejo e incomunicativo receptor. «Hay que investigar qué tecnologías se podrán aplicar para hacerlo posible. La gran limitación es el ancho de banda. Quizá se pueda apoyar en Internet y volcar parte de la información adicional.», explica Alberto Villoria, consultor senior del Mercado de Media y coordinador del proyecto de Indra.

Por el momento los primeros pasos han definido los espacios con los que se topará el espectador de futuro y definir cómo integrar las actuales tecnologías de emisión y recepción interactiva.