Cataluña

«Hay mucha Complutense por delante: vendrán tiempos mejores»

Entrevista a José Iturmendi, Catedrático de Derecho de la Universidad Complutense y candidato en las elecciones a rector.

«Hay mucha Complutense por delante: vendrán tiempos mejores»
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¿Qué espera de la segunda vuelta de las elecciones al Rectorado de esta semana?
-Soy optimista con el resultado, pero no tengo una fe por encima de toda evidencia como tiene el otro candidato. Tengo muchas percepciones favorables porque se me han acercado personas que pensé que no estarían a mi lado. En la primera vuelta esperaba la remontada porque sabía que faltaba por contar Derecho. Es como si no contaras Cataluña o Andalucía en las elecciones nacionales. Era una votación heroica porque sólo había dos mesas para 2.000 alumnos. En el Rectorado había sólo una mesa para 7.000.

-¿Temió en algún momento que se anulara el resultado de las elecciones?
-No temí que se anularan en ningún momento, no procedía. Pero de todas formas el único perjudicado hubiera sido Carrillo porque tenía muy malos números en la urna de la polémica. La gente confió en la encuesta de Estadística, aunque estaba mal hecha ya que era muy abstracta. Una encuesta es más reveladora cuantas más hipótesis plantea.

-¿Por qué cree que no quieren facilitar urnas en los centros adscritos y hospitales universitarios?
-Impedirlo es discriminatorio. Al principio todos los candidatos estaban a favor, pero luego resultó que no. Los alumnos de hospitales están ocho horas en ese centro. Es una privación de derechos no facilitarles la participación. Las reglas electorales deben favorecer la votación. Entiendo que la culpa de esa baja participación sea del propio alumno pero también que no hemos sabido trasladar el interés si le ponemos obstáculos. El alumno normalmente vota entre clase y clase, pero no la perderá.

-¿Qué es lo primero que hará de ser elegido rector?
-Informarme de cuál es la situación real de la deuda de la Complutense y hablar con la Comunidad para abordarla. La deuda no sólo es con acreedores, también con Tesorería de la Seguridad Social, Hacienda y con los investigadores. Me propongo suprimir la caja única y hacer que cada proyecto de investigación tenga su propia cuenta, para que cada uno tenga un control.

-¿Cómo describiría la gestión que se ha realizado hasta ahora?
-Berzosa ya pertenece al pasado de la Universidad y los últimos cuatro años de su administración han sido una losa. Me choca que haya hecho una valoración tan positiva de su propia gestión. Ojalá me equivoque y si llego al Rectorado encuentre una situación mejor de la que percibimos. Se ha practicado mucho el reduccionismo. Hay que desconfiar del profesor que habla siempre de que el nivel está bajando. El problema es que hemos estado en los medios por cuestiones adjetivas. No se ha tenido una contención del gasto. Los grandes proyectos se han hecho de espaldas a la Universidad sin contar con los investigadores. Pero hay mucha Complutense por delante, vendrán tiempos mejores: la política es una actividad muy noble pero la política que se ha seguido no es especialmente noble.

-¿Cómo se puede recuperar la excelencia de la Universidad?
-La excelencia en la Universidad está asentada pero para alcanzarla hay que gobernar con reglas de excelencia. Hay que recuperar los talentos que hemos formado y eso aún está por hacer.

-Sus alumnos le profesan una profunda admiración y cariño, ¿cuál es el secreto?
-He querido emular a los maestros que me llevaron a la docencia y la investigación. Tuve grandes maestros. Es una cosa natural, no tiene ningún mérito y me alegro mucho de que sea la opinión de los alumnos. Es el mejor pago para un profesor. Al principio soy un poco provocador, pero los que me conocen saben que soy una persona amable, humorista y de buen espíritu. Mucha gente ha cambiado su criterio sobre mí después de tratarme.
 

Un paseo desde la Cuesta de Moyano al Rastro
Nació en Madrid en 1947 y fue decano de la Facultad de Derecho durante 21 años. Estudió Periodismo porque su vocación era la literatura, pero prosiguió sus estudios de Derecho, la tradición familiar. «En mi casa en la comida se hablaba siempre de Derecho», recuerda el catedrático. Todos los sábados y domingos, José Iturmendi se da un paseo por su barrio, el Retiro. «Madrid era una ciudad de barrios, todos nos conocíamos y estábamos siempre en la calle charlando», asegura. Por la mañana recorre la Cuesta de Moyano donde amigos de toda la vida le esperan para compartir la misma afición: la bibliomanía. El profesor de Filosofía del Derecho se da una vuelta por las librerías de ejemplares antiguos donde dice que «no se busca. De vez en cuando se encuentran libros interesantes». También recuerda sus tardes en el Rastro y sus desayunos en el emblemático bar «El Brillante».