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España

Alba ya es uno más

Asumió el protagonismo por las bandas. Abrió el campo y suyo fue el pase del primer gol ante Francia

Alba ya es uno más
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DONETSK- Jordi Alba cambió el oficio de extremo por el de lateral sin saber que ese paso atrás en el campo iba a lanzar su carrera futbolística. Como Juanfran ahora, o como puede suceder con Pedro si Del Bosque acaba probando en un partido lo que ensaya en los entrenamientos. Jordi Alba abandonó el regate y el desborde para convertirse en un correcaminos que va y viene por la banda. Aunque normalmente, como ayer contra Francia, va muchas más veces que viene.
Jordi no ha perdido la velocidad que le llevó a ser internacional en todas las categorías inferiores, pero le faltaba algo para triunfar en el primer equipo del Valencia. O le sobraban Silva, Joaquín, Gavilán y Pablo Hernández. Con esa competencia, Unai Emery decidió retrasarlo unos metros, los suficientes para que sus carreras fueran una sorpresa para el contrario.
Como sucedió ayer en el primer gol o durante todo el partido. Porque España ignora la banda de Arbeloa, pero tiene fe ciega en el costado de Jordi Alba. Por ahí llegó el primer gol de España. La jugada es siempre la misma, Iniesta baja al centro del campo a tocar, a juntarse con Xavi porque la banda se le queda pequeña. Pero el hueco que deja el azulgrana lo rellena Jordi Alba a la carrera. Iniesta le mandó el balón en profundidad y, después de ganar la espalda a Reveillere, puso el balón en la cabeza de Xabi Alonso. La sorpresa les llegaba a los franceses por todos lados, por el hueco que dejaba Andrés y por el que creaba Cesc.
Francia nunca supo cómo parar las subidas del lateral español. No importó que Blanc le doblara la vigilancia. Debuchy, el lateral derecho habitual, adelantó su posición para reforzar la defensa con Reveillere. De nada le sirvió al técnico francés. «Lo que ha hecho el entrenador francés lo ha hecho con buen criterio, tenemos fuerza con Iniesta y Jordi Alba en la izquierda –el gol ha llegado por ahí– y es normal que tomara precauciones», reconoce Vicente del Bosque. «Francia ha escalonado bien esa zona, tenemos a Iniesta y Jordi Alba, y a Iniesta le han incomodado muchísimo y han cumplido con su objetivo», añade. A Iniesta lo estorbaron, pero poco pudieron hacer con Jordi Alba, más rápido que cualquiera de sus posibles marcadores.
España no se cansó de llegar por el costado izquierdo. Por ahí partió el gol de Xabi Alonso, el primero, y también el segundo, aunque el penalti se lo hicieron a Pedro. Con el canario, Jordi Alba, además, encontró a alguien con quien turnarse en las carreras, alguien que daba continuidad a los contraataques y que le permitía incorporarse al ataque. Jordi, además, imaginó otro gol desde su banda, aunque Fernando Torres estaba en fuera de juego cuando recibió su pase.
Jordi es el jugador que equilibra a España, el que permite que los rivales no puedan descuidar las bandas para tapar el toque de los pequeños por el centro. Corre y rompe las defensas contrarias. Una solución más.
Después del partido, el lateral reconoció que se siente uno más desde el principio en la Selección. En el campo ya se ve que no se le puede reprochar timidez ni falta de atrevimiento en ataque. Pero, además, cumple en defensa. Una vez más, España consiguió mantener la portería a cero. Aunque, según Jordi, «es mérito de todo el equipo –dijo–, no sólo de la parte de atrás. Para eso trabajamos todos».
Jordi Alba disfrutó del triunfo y de su buen momento con «La Roja» después del encuentro, pero piensa ya en Portugal. «Es un equipo muy difícil, son semifinales y será un partido de altísimo nivel porque son fuertes en defensa y peligrosos a la contra», advierte.
Laurent Blanc reconoció que España «es mejor que nosotros» y enfatizó la habilidad de la banda izquierda. «Es muy difícil poner en problemas a la selección española. Hemos intentado parar a los españoles por la izquierda, donde tienen a Jordi Alba e Iniesta. Lo peor es que nos han marcado desde la izquierda, que es donde queríamos pararlos, pero no pudimos hacerlo en el gol», comentó el seleccionador «bleu».


Casi 2.000 kilómetros de regreso
La casa de España está en Polonia, en Gniewino, y allí regresó «La Roja» después de derrotar a Francia en los cuartos de final. Allí preparará el encuentro de semifinales ante Portugal con sólo dos días para entrenarse. Uno si descontamos el de hoy, casi perdido por el viaje de regreso. La Selección lamenta que Portugal tenga más días de descanso. Sin embargo, dentro de dos días volverá a embarcarse en un viaje de avión de otros 1.800 kilómetros. El regreso, en cualquier caso, fue feliz después de derrotar a Francia.