Sevilla

Entre 10000 y 18000 personas tomaron la calle

Los líderes de PSOE e IU arroparon la protesta sindical del Primero de Mayo

Entre 10000 y 18000 personas tomaron la calle
Entre 10000 y 18000 personas tomaron la callelarazon

SEVILLA- En el Día del Trabajador, con la tasa de paro que cierne sobre la provincia, lo complicado de localizar fue, como a diario, a trabajadores en activo. Los secretarios generales de CC OO y UGT de Sevilla, Alfonso Vidán y Juan Antonio Gilabert, respectivamente, convocaron por el Primero de Mayo en la Puerta de Jerez, con la reforma laboral y los ajustes del Gobierno central como temas recurrentes de la protesta, secundada por los partidos de la oposición en la capital, en breve socios en la Junta de Andalucía. Junto a los líderes sindicales, se dejaron ver el portavoz municipal del PSOE en el Ayuntamiento, Juan Espadas; y el de IU, Antonio Rodrigo Torrijos. Aparte, «chuparon cámara» históricos socialistas como el parlamentario José Caballos o el alcalde de La Rinconada Javier Fernández; o el regidor de San Juan, Fernando Zamora. Más lejos de los focos, el ex presidente Chaves o el ex alcalde sanjuanero Juan Ramón Troncos.
La manifestación –con el «Canto a la Libertad» de Labordeta o «Al Alba» de Aute de fondo– discurrió sin incidentes. En Sevilla, unas 18.000 personas, según los sindicatos convocantes, y 10.000, según la Delegación del Gobierno, conmemoraron un Primero de Mayo marcado por la crisis y «el recorte del estado del bienestar». La Delegación del Gobierno en Andalucía, basándose en los cálculos policiales, habló de una «sensación de fracaso, excepto en Granada y en Sevilla».
Entre los manifestantes destacó un grupo de periodistas, convocados por la Asociación de la Prensa de Sevilla, que protestó por los despidos que se registran ininterrumpidamente en medios andaluces y el anuncio de nuevos ERE en varios cabeceras nacionales con delegación la capital hispalense. «Mariano, no llegas al verano» o «Más derechos y menos derecha» fueron algunos de los cánticos recurrentes.
El contrapunto lo pusieron los turistas que, desde las terrazas de la Avenida de la Constitución, contemplaron las protestas como un elemento turístico más. O autóctonos que se desentienden de la política de unos sindicatos con los que no se sienten representados tras años dormidos ante los recortes del anterior Ejecutivo.
El PP de La Rinconada, en relación con las protestas, vinculó unos «actos vandálicos» sufridos en su sede municipal, y que denunció ante la Guardia Civil, así como unas «pintadas ofensivas y con insultos», con la llamada a la insubordinación de los socialista. Los populares hablaron de una posible «consecuencia de la política de agitación impulsada por el PSOE contra la gestión del PP». La portavoz del PP en La Rinconada, Virginia Pérez, calificó la agresión a la sede local, ocurrida el 29 de abril, como un hecho «intolerable» que «supone una agresión a un partido democrático». «Resulta aún más alarmante si tenemos en cuenta que se produjo horas después de que la secretaria de Política Internacional y Cooperación del PSOE, Elena Valenciano, arengara a los jóvenes del PSOE para que tomaran el control de las calles», dijo.