Córdoba

Un hombre de hielo pero sin trastornos

José Bretón no está loco ni es bipolar. Como habían adelantado fuentes judiciales a LA RAZÓN, el juez instructor del caso de los niños Ruth y José, desaparecidos en un parque de Córdoba, José Luis Rodríguez Laín, prorrogó ayer por tercera vez en dos meses el secreto de un sumario que ya engrosaría los siete tomos

Un hombre de hielo pero sin trastornos
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SEVILLA- Sí permitió que las partes accedieran a los informes psicológicos y psiquiátricos que se le han practicado al padre de los menores, entre rejas desde el pasado 21 de octubre.

Tras analizar los resultados, tres médicos mantienen que el ex militar «no tiene ningún tipo de trastorno mental» y presenta «acusados rasgos de personalidad» que «no repercuten en la capacidad de entendimiento y voluntad en relación a los hechos por los que está imputado». Para los peritos, «no existe causa que justifique afección temporal del nivel de memoria» que se vincule con la desaparición de los niños. Nada parece impedir, por tanto, que el acusado recuerde lo ocurrido aquella fatídica tarde. Y hay más: según las pruebas oficiales que se le han realizado, Bretón tiene un coeficiente intelectual de 121, unos 31 o 41 puntos por encima de la media, que se sitúa entre los 80 y 90. Posee una inteligencia «bastante acentuada» y se han descartado rasgos patológicos como la esquizofrenia o la bipolaridad. Pero si algo caracteriza su personalidad, según la psicóloga, es «un rasgo excesivo de manipulación». Tendencia que según su abogado, José María Sánchez de Puerta, podría justificar el que «se considera a sí mismo fuerte». El letrado, que no pedirá más informes de este tipo, restó importancia al perfil del que sigue siendo para la Policía y la Fiscalía el principal sospechoso en esta trama. De hecho, aseguró a este periódico: «Me ha gustado que se haya demostrado que no tiene ningún desequilibrio psíquico ni tara mental alguna. Es normal y no es peligroso». «Se trata –añadió– de que puedan demostrar que participó en los hechos de los que se le acusa». En relación a la tendencia a la manipulación, aseveró: «No tiene importancia que lo sea o no. No hay eximentes ni atenuantes para nadie».

El letrado cordobés tendrá que seguir desarrollando su trabajo en un contexto formado por la complejidad de un caso que parece basado en la psique de su cliente, que se ha revelado sana. La estrategia de la patología mental ha quedado desarmada.

Tampoco la Policía podrá escudarse ya en la «dificultad de encontrar fisuras en sus declaraciones por ser bipolar», como apuntaron algunas fuentes de los cuerpos de seguridad para justificar que no lograran que el progenitor de Ruth y José confesara.

Sánchez de Puerta estaba molesto ayer al haberle sido negados los datos del sumario de nuevo. «No me parece bien –confesó–, aunque tengo que acatar lo que diga el juez». Éste espera aún resultados de pesquisas policiales que solicitó y un informe de una empresa de telefonía vinculado al móvil que usó Bretón el día que sus hijos desaparecieron supuestamente del Parque Cruz Conde.

El acusado parece haber convencido a los expertos de que tiene conocimiento de la realidad y de que ésta es que le quitaron a los niños. En la cárcel escribió en una carta manuscrita: «Mi poca inteligencia la voy a dedicar íntegramente a la búsqueda de nuestros hijos, Ruth y José». Pues resulta que es mucha. Estará encerrado al menos un mes más. El secreto sumarial obstaculiza que su abogado solicite la excarcelación.

 

«Salir de la cárcel está en sus manos»
La portavoz de la familia materna de Ruth y José, Esther Chaves, mantuvo ayer que el padre de los niños, José Bretón, es «consciente de lo que ha hecho, de lo que pasó el 8 de octubre, y él no perdió a sus hijos en el parque». Le mandó un mensaje: «Salir de la cárcel está en sus manos». Y es que, según argumentó, si está privado de libertad es por retención ilegal de sus hijos y, si aparecen, ninguna causa pesará sobre él.