Lisboa

Los intereses de la deuda portuguesa siguen imparables

Los intereses de la deuda lusa mantienen su ascenso imparable en el corto plazo, en el que acumulan dos semanas de subidas históricas, y hoy alcanzaron el 9,18 % en el bono a cinco años, en medio de las especulaciones sobre un inminente rescate de Portugal.

Sólo en el caso de los títulos a diez años, que sirve de referencia, los mercados dan un respiro al país tras descender hoy ligeramente a un interés del 8,09 %, después de haber tocado ayer, con siete días consecutivos al alza, el 8,10 %.

En medio de la crisis política que vive Portugal por la renuncia hace una semana del Gobierno socialista de José Sócrates, el mercado secundario, según fuentes lusas del sector, penaliza también los bonos a dos y tres años con los intereses más altos desde la creación del euro, del 8,17 % y el 8,78 %, respectivamente.

El anuncio hecho hoy por la agencia de calificación Moody's sobre la posibilidad de que vuelva a bajar notas de solvencia crediticia en la zona euro elevó además el nerviosismo en Portugal, que se dio rápidamente por aludido tras los recortes que sufrió en la última semana por parte de las otras dos grandes agencias de notación.

Moody's, que cortó en dos niveles la nota lusa hace tres semanas, advirtió el pasado viernes de que de momento no tomará nuevas medidas, aunque mantiene a Portugal en vigilancia con perspectiva negativa.

En cambio Standard and Poor's volvió a bajar el martes la nota de la deuda portuguesa, que dejó en "BBB-", sólo un nivel encima de la consideración de "bono basura", tras haberla recortado otros dos niveles cinco días antes

También la otra gran agencia de calificación, Fitch, redujo otros dos escalones la solvencia lusa el pasado jueves con el mismo argumento de la incertidumbre política y económica de Standard and Poor's.

Ambas entidades llamaron la atención sobre los riesgos que añadía a la debilidad de la economía lusa y el esperado saneamiento de sus finanzas la renuncia de Sócrates el pasado día 23, tras el rechazo en el Parlamento de su último plan de austeridad.

Standard & Poor's advirtió además, como Fitch, de que el país está en vigilancia con perspectiva negativa que podría llevar a otro descenso de nota.

La crisis política portuguesa ha estado, entretanto, congelada a la espera de que el jefe de Estado, el conservador Aníbal Cavaco Silva, decida aceptar la dimisión de Sócrates y proponer un nuevo Gobierno o convocar elecciones anticipadas, como piden ya todos los partidos.

Cavaco ha convocado hoy al Consejo de Estado, un organismo formado por personalidades políticas cuya consulta es preceptiva antes de disolver el Parlamento.