Bilbao
Un juego sin respaldo
MADRID- Ayer se celebró en Bilbao la primera vista de las dos previstas, fruto del cruce de demandas de impugnación que la eléctrica Iberdrola y su principal accionista, ACS, mantienen en los tribunales. El grupo constructor cifró en 800 millones de euros el impacto que tiene sobre su patrimonio el hecho de no contar con representación en el consejo de administración de Iberdrola, pese a ser su primer accionista con un 12,6% de su capital. Asimismo, ACS afirmó que a estos 800 millones de impacto, habría que sumar otros 1.130 millones en capitalización bursátil, así como 1.720 millones de euros en su capacidad de endeudamiento.Por su parte, la eléctrica señaló que abrir su máximo órgano de gestión a la constructora sería como «introducir un caballo de troya», dado que se trata de un «competidor directo» que podría poner en riesgo 1.400 millones de su beneficio bruto de explotación (Ebitda). Iberdrola sostiene que existe «un conflicto estructural y permanente de competencia», principalmente en las áreas de energías renovables e ingeniería, y que son «estratégicas para ambas compañías».
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