Nueva York

El buen sexo por Marina CASTAÑO

MARINACASTAnO
MARINACASTAnOlarazon

Un reportaje aparecido en la revista médica «Archives of Sexual Behaviour» y dirigido por un profesor de la State University de Nueva York en Albany constata que las mujeres que disfrutan del sexo con su pareja estable y sus órganos sexuales tienen contacto directo con el semen son menos susceptibles de depresión y de suicidio, de hecho podría considerarse el semen como un antidepresivo similar al prozac. No es que se defiendan las relaciones sin preservativo, que es una manera eficaz de evitar peligrosas enfermedades de transmisión sexual e, incluso, el embarazo, pero es un hecho demostrable que los elementos químicos que componen el esperma masculino, una vez absorbidos por las paredes vaginales, tienen efectos positivos sobre el carácter y el comportamiento. Todo comenzó a partir de dos estudios que mostraron que mientras las mujeres heterosexuales que viven juntas a menudo tienen sus períodos al mismo tiempo, las lesbianas, aun viviendo bajo el mismo techo y compartiendo habitación, no. El fenómeno de sincronía menstrual se cree causado por las feromonas del sudor. El psiquiatra que dirigió este estudio cree que si las lesbianas tienen las mismas feromonas que las heterosexuales, tal vez la diferencia resida en exposición al esperma de estas últimas. Se repasó entonces un informe de 1986 en un diario llamado «Hipótesis médicas». El psicólogo P.G. Ney escribió sobre una mujer deprimida que hizo una sorprendente recuperación tan pronto como empezó a tener relaciones sexuales y contacto con el esperma. Que nadie se sorprenda, este diario es un foro para la especulación salvaje, por lo que el profesor Ney presentó la idea de que algo en la eyaculación de su amante la había curado. Al fin y al cabo siempre se habla del buen carácter de quienes gozan de un buen sexo.