Castilla y León

Lars von Trier sube a escena

El Teatre Romea estrena la adaptación teatral de la película «Dogville»

Una imagen de «Dogville», según la versión de la compañía Rayuela
Una imagen de «Dogville», según la versión de la compañía Rayuelalarazon

BARCELONA- Bajo la dirección de Nina Reglero, la compañía Rayuela presenta desde hoy su particular interpretación de una de las películas más conocidas del realizador danés Lars von Trier, «Dogville». Tanto la película como su adaptación que se sube al escenario del Teatre Romea tienen como denominador común su mirada universal al conflicto entre la sociedad y el individuo. La obra fue premiada con el Max al mejor espectáculo revelación. La propuesta escénica se hace eco de una de las viejas aspiraciones del cineasta y creador del dogma: poder poder lograr la unión entre cine, teatro y literatura.

Un reparto formado por 17 intérpretes, cantan, tocan los instrumentos e interpretan durante dos horas uno de los textos más celebrados de von Trier.

La adaptación teatral de «Dogville» fue pensada y producida para el Festival Internacional de las Artes de Castilla y León (FACYL) de Salamanca, donde se estrenó en junio de 2010 bajo la tutela y por «incitación» del director del certamen, Calixto Bieito, según explicó ayer Reglero. Sin embargo, más allá de esa «provocación» de Bieito, los reponsables de esta adaptación se han sentido libres para hacer «lo que nos ha dado la gana» con el guión del cineasta danés.

La obra retrata el pueblo de Dogville, aunque se ha trasladado la acción a las zonas mineras de León y Palencia, olvidándose de la localidad estadounidense que aparece en la película. La directora del montaje asegura que «afrontar la obra de Lars von Trier no fue nada difícil, porque somos una compañía de repertorio que lleva muchos años juntos y desde el principio nos planteamos buscar la inspiración en nosotros mismos, tratando de alejarnos de todos los recuerdos de la película y de sus iconos, como Nicole Kidman o Lauren Bacall».

Empezaron a trabajar con la música. «Fue muy importante que los músicos estuvieran en los ensayos», matizó Reglero, quien no escatimó elogios hacia la actriz Marta Ruiz de Viñaspre, que interpreta a Grace, el mismo personaje que Kidman hizo para la gran pantalla. «Marta Ruiz ha conseguido una energía muy diferente de la de Nicole Kidman, es más vibrante, energética, grita, pega, ama, besa y eso ha salido de ella», comentó la directora. Para Reglero el producto final que podrá verse en Barcelona es «muy coherente» con la trayectoria de la compañía hasta la fecha.

Otro aspecto que quiso destacar la directora es el hecho de que la obra de Lars von Trier es «una parábola sobre la ética individual y cómo se quiebra en ciertos momentos de miedo en los que eres ofensivo con el débil».

La compañía ha buscado las musicalidades en función de los momentos. «Empezamos con el blues, para continuar con el country y el rock», comentó la responsable de la puesta en escena de la compañía Rayuela.

Nina Simone y Janis Joplin
En la versión teatral que se presenta en el Romea hay además un juego con las músicas, con una versión de Nina Simone de «Little Girl Blue» en blues y otra de Janis Joplin en rock, interpretadas en directo por una banda formada por un bajo, una guitarra, un saxo, una batería y un teclado.

Tras Barcelona, donde hará temporada hasta el próximo día 16, «Dogville» viajará a Gandía, Cartagena, Ávila, Valladolid y existe la posibilidad de que se represente también en Costa Rica y Bogotá, pero esta opción dependerá de que obtengan financiación, dijo Reglero.


Un pueblo imaginado
Tras su trabajo con el dogma, Lars von Trier quiso hacer una trilogía estadounidense firmada por las películas «Dogville», Manderlay» y la aún por rodar «Washington». En el caso de la primera, filmada en 2003, von Trier habla de un pueblo situado en el interior de unos Estados Unidos al que llega, Grace –encarnada por Nicole Kidman–. Es la época de la depresión y la cámara del realizador retrata a cada uno de los habitantes de este pueblo llamado Dogville. Von Trier dijo de su trabajo que «me satisface la forma, el contenido y los actores». El autor hizo dos versiones del filme, la más extensa de 177 minutos.