Copa Confederaciones
Luis y la jauría
Servidora tiende a releerlo todo desde que se echó tres-en-uno en vez de desodorante y anduvo oliendo a bicicleta dos días. Así, una ha leído y releído las declaraciones de Luis Aragonés que han hecho saltar como un resorte a un sector de la prensa y no ha encontrado la carga ofensiva contra Del Bosque. Es cierto que han sido los que todos esperábamos, ya saben: si falla Casillas, saltan unos; si Piqué, otros y, si falla Villa, saltarán ahora unos que antes no lo hubieran hecho.
Luis ha hablado y la parte de la prensa que vaticinó su caída estrepitosa ha salido tarjeta roja en mano a afearle sus críticas a Del Bosque. ¿Crítica a Del Bosque? Una, quizás inocente o quizás poco dada a ver las cosas a través del filtro general, no ve tal reproche. Para empezar, una cree que Luis tiene todo el derecho del mundo a decir lo que le dé la gana: uno, porque le han preguntado y dos, porque si alguien está capacitado para opinar sobre este equipo y este grupo son Luis, Ufarte y Mendiondo. Pero además, una no ha visto en sus declaraciones rencor y sed de venganza, sino algo de rabia porque las cosas no han salido a la perfección y ciertas ganas de ayudar. Porque, tras el disgusto, ahora se habla menos de los jugadores y mucho de Luis. ¿Les suena? Parece que Luis ha tirado una diagonal para llevarse detrás a la jauría y así hacerle más fácil la vida a otros, como enseñó a hacer a Villa y Torres. David Villa y Fernando Torres, por cierto, han devuelto la jugada tirando otra diagonal en dirección contraria. Y Vicente del Bosque ha respondido con esa sensatez tan suya, echando arena al fuego y no gasolina, como le hubiera gustado a algunos. Menos mal.
✕
Accede a tu cuenta para comentar