Las dificultades para introducir coca hace que se adultere más

Valencia- La últimas operaciones llevadas a cabo por las Fuerzas de Seguridad en el Puerto de Valencia han conseguido desmantelar, al menos de forma importante, un entramado muy profesionalizado de entrada de droga en la ciudad de Valencia y por ende en la Comunitat Valenciana y alrededores.

Durante todo este año y el anterior, los agentes han asestado duros golpes al entramado mafioso que operaba en el Puerto de Valencia y que incluía a vigilantes de seguridad que prestaban servicio en el recinto.

Fuentes de la Fiscalía Antidroga señalaron a LA RAZÓN que «entrar, tiene que seguir entrando droga, pero lo hace en mucha menor cuantía».

La estructura desmantelada operaba con un comportamiento profesional que permitía un suministro prácticamente constante.

Así pues, las reservas de los narcos «locales» deben estar ciertamente menguadas y esto lo sabe la Fiscalía porque en las operaciones en las que se decomisa droga al menudeo está más adulterada, en promedio, que hace tan solo unos meses. Cuando estos análisis arrojan esta circunstancia constantemente, no se puede sacar otra conclusión sino que los narcos están «estirando» la droga que les queda a base de mezclarla con más cantidad de sustancias de «corte» y poder seguir abasteciendo el mercado.

Pero si la oferta ha decrecido, también lo ha hecho la demanda a causa de la crisis. El consumo de cocaína los fines de semana o cuando se «va de fiesta» también se ha visto reducido por la crisis y por la enorme tasa de parados que han visto mermados, si no desaparecidos, sus ingresos.

Y es que la crisis, por distintos motivos, también ha llegado al mundo del hampa y ha hecho que los narcotraficantes se pongan nerviosos.

Así, según sostiene la Fiscalía Antidroga de Valencia, los robos entre ellos son frecuentes y cada vez más violentos.

Son robos que obviamente no se denuncian, pero la Policía tiene constancia de ellos por las continuas pesquisas que realizan en este ámbito.

«Cuando había droga para todos no había problema, pero ahora que escasea, se la roban los unos a los otros».

Alguno de estos robos entre narcos puede llegar a ser muy violentos.

Otro de los puntos de venta de droga desmantelado y que ha hecho caer la venta de esta sustancia es el conocido como «hipermercado de la droga», también conocido como «las canyas» en la zona de Campanar de la ciudad de Valencia.

Destinado a un «consumidor» más marginal, las constantes identificaciones de la Policía localizaron compradores que venían desde Castellón, desde Alicante e incluso desde Murcia.

En algunos casos, los consumidores, devastados por la droga, vivían en la indigencia, y no les importaba trasladar dicha indigencia a Valencia, donde se quedaban a malvivir o vangabundear en la proximidades del «híper».

Ese mercado y ese submundo también ha sido desmantelado.

En cualquier caso, la Fiscalía no duda de que la situación puede volver a empeorar.

CLAVES
Los GRECO
La drástica reducción de los efectivos de la Brigada Central destinados a los Grecos (Grupos de Respuesta Especial Contra el Crimen Organizado) hace prever a la Fiscalía que la situación de «relativa calma» que vive la Comunitat Valenciana pueda cambiar en unos meses si no se adoptan medidas o se potencian otros cuerpos.
Otras drogas
En el mercado están proliferando otro tipo de drogas de origen sintético que resultan mucho más baratas. El peligro potencial de algunas de ellas es incluso superior al ya conocido de la cocaína y la heroína.