
Cataluña
El 15–M pierde fuelle
Apenas unas docenas de indignados pernoctan en plaza Catalunya, bastantes menos que el año pasado

BARCELONA– Intentan captar el mismo espíritu del 15-M de 2011, pero el ambiente y las sensaciones son diferentes. Paseando por la plaza Catalunya de Barcelona, la percepción es que el movimiento ha perdido fuelle. Hay muchos menos acampados que el año pasado y el «espíritu» ha cambiado, aparentemente.
Una prueba que lo demuestra es que el colectivo ha fijado en esta ocasión una fecha límite, teórica, para poner fin a la acampada. Será mañana martes por la noche, de acuerdo con los deseos del Ayuntamiento de Barcelona y de la conselleria de Interior, contrarios a las pernoctaciones de los indignados. El 15–M está decidiendo, cada día, en unas asambleas que se celebran a las 21.00 horas, si se sigue otra noche en plaza Catalunya o no.
Menos tiendas
Apenas unas decenas de indignados pernoctaron en este céntrico espacio de sábado a domingo. Muchos menos que el año pasado. Están instalados en unas 30 tiendas de campaña. De momento, la presencia policial ha sido discreta –nada que ver con el macrodespliegue por la cumbre del Banco Central Europeo– y tampoco se han producido incidentes, únicamente una detención.
Fuentes de los Mossos d'Esquadra y de la Guardia Urbana explicaron ayer que la primera noche de acampada transcurrió sin incidentes. A partir de las 11.00 horas se reanudaron todas las actividades asamblearias, con especial dedicación a los ámbitos de sanidad y educación, que contaron con sus comisiones, a modo de respuesta contra los recortes de las administraciones.
El panorama fue, no obstante, parecido al del año pasado. Tiendas de campaña, reuniones, indignados acampados en las zonas ajardinadas de la plaza, muchos porros e innumerables asambleas, larguísimas, con resultados dudosos. En el mismo espacio conviven muchos curiosos y también numerosos turistas, ya que el campamento de los indignados está situado a escasos metros de una de las paradas del bus turístico barcelonés.
Por su parte, operarios del servicio de limpieza del Consistorio estuvieron trabajando para intentar mantener la plaza en buenas condiciones higiénicas. Cabe recordar que, el año pasado, fue precisamente la labor de estos trabajadores, en el momento de limpiar este espacio, lo que acabó provocando una grave batalla campal que derivó en un desalojo por parte de los Mossos d'Esquadra.
Fue un domingo soleado y, aparentemente, más tranquilo que la acampada del año pasado. El movimiento organizó diversos servicios para los indignados, como el de cocina, e incluso llamaron a los ciudadanos para que aporten aceite, agua, cereales y otros alimentos básicos.
Los indignados han querido llamar a esta nueva acampada «Foro de los pueblos», e intentan tener una cada vez mayor vocación asamblearia. El problema es que estas reuniones, interminables, rara vez terminan en acuerdos concretos. De momento, el objetivo del movimiento, que ahora se llama «12-M-15-M», es aguantar hasta mañana martes, y posteriormente ya se verá.
División política y recelos de los comerciantes
Mientras los comerciantes siguen sin ver con buenos ojos la acampada de los indignados en plaza Catalunya, la oposición municipal pide al consistorio que se garantice la normalidad. Sin apenas incidentes, el Ayuntamientio ha asegurado en varias ocasiones que las pernoctaciones no pueden seguir más allá de mañana por la noche. El alcalde, Xavier Trias, ha intentado calmar los ánimos de los comerciantes, con la promesa de que no quedarán perjudicados.
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