Bruselas

La OCDE pide «señales fuertes» de apoyo a España

El secretario general, Ángel Gurría, insta a la UE a aceptar cualquier petición de ayuda por parte del Gobierno

La Razón
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CIUDAD DE MÉXICO– El secretario general de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), José Ángel Gurría, sostuvo ayer que, en caso de que el Gobierno español decidiera pedir el rescate, la OCDE y la Unión Europea (UE) deberían emitir «señales muy fuertes» de beneplácito por la petición.

«Si España decide ir adelante, deberíamos emitir señales muy fuertes de que la petición será bienvenida y que el sistema estaría preparado para apoyar a uno de la familia», subrayó Gurría, informa Ep. A su juicio, Bruselas debería aceptar cualquier petición de rescate de España, que ya ha obtenido una ayuda financiera de hasta 100.000 millones.

España, una vez más, es el centro de la cumbre del G-20 que celebra hoy su segunda jornada en México, un mes después de que se celebrara la reunión anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) en Tokio (Japón).

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no ha aclarado si pedirá finalmente un rescate, a la espera de que la UE concrete el mecanismo, en un principio el nuevo fondo de rescate permanente (MEDE), el plan de compra de deuda del BCE en el mercado secundario y las consiguientes condiciones.

En esta tesitura, Francia e Italia han instado a España a que tome una decisión cuanto antes, a diferencia de Alemania, que ya ha reiterado en numerosas ocasiones que un rescate conllevaría más recortes y reformas.

Una cumbre descafeinada
Los ministros de Economía y Finanzas de las veinte mayores economías del mundo (G-20) inauguraron ayer la cumbre en Ciudad de México con la Unión Europea (UE) y EE UU en la picota. La crisis de la deuda que golpea con especial intensidad a la zona euro (Grecia y España, principalmente) y el «abismo fiscal», respectivamente, suponen las principales amenazas para la recuperación económica global.

Por su parte, EE UU enfila el tramo final para evitar el «abismo fiscal». De no lograr un aumento del techo de la deuda, el 1 de enero entrará en vigor por mandato legal una subida de impuestos y un recorte del gasto público de unos 600.000 millones de dólares (467.430 millones de euros al cambio).

Gurría instó al G-20 a que presione al Gobierno de EE UU para que esquive el «abismo fiscal». Fuentes oficiales reconocieron al diario norteamericano «The Wall Street Journal» que «es el peor momento para que se celebre un G-20», ya que el margen de maniobra es muy limitado, según informa Efe.

Entre los ausentes se encuentra el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, quien estará representado por la subsecretaria de Asuntos Internacionales del Tesoro, Lael Brainard. Tampoco asistirá el presidente del Banco Central Europeo, el italiano Mario Draghi.

 

El G-20, muy pendiente del conflicto griego
La cumbre del G-20 prestará especial atención, además de a España, al conflicto que vive la economía griega. El primer ministro griego, Andonis Samarás, realizaba ayer esfuerzos de última hora para tratar de mantener la unidad de su coalición de Gobierno, de manera que pueda aprobar los Presupuestos y las medidas de austeridad esta semana. Samarás se mostró convencido de que la recepción del nuevo tramo de ayuda económica, condicionado a las nuevas medidas de ajuste, reactivará la economía griega y acabará con los temores de la salida del país de la moneda única. «Tan pronto como las nuevas medidas queden aprobadas y recibamos el crítico nuevo tramo de la ayuda, la liquidez volverá a alimentar a los negocios y a las familias, desaparecerá la incertidumbre, cambiarán los sentimientos y desaparecerá el miedo al regreso al dracma», declaró a los diputados de su partido, Nueva Democracia.