Literatura

Estados Unidos

Umberto Eco el preguntón

Dos cosas caracterizan esencialmente a Umberto Eco: la forma casi borgiana de usar la erudición y su sentido del humor, entre socarrón e irónico. De ahí quizá este título de «Confesiones de un joven novelista», dado que como él dice sólo empezó hace treinta años a publicar novelas.

Publicó su primera novela en 1980
Publicó su primera novela en 1980larazon

De ahí lo de «joven» autoaplicado a un escritor de más de setenta años. Efectivamente, fue en 1980 cuando el ya famoso profesor de semiótica (con obras fundamentales como «Obra abierta» y «Apocalíticos e integrados») publicó «El nombre de la rosa», una novela histórica que era, a la vez, una metáfora de su interpretación del mundo, y también venía a recoger sus estudios medievalistas. La novela histórica ya nunca fue igual tras el éxito multitudinario de esta novela de monjes y de un libro envenenado.

De ahí el innegable interés de esta compilación de ensayos (que recogen unas conferencias dictadas en Estados Unidos) sobre la forma de entender la obra de ficción por el autor. El lector de «Confesiones de un joven novelista» que no piense que se va a sentar cómodamente en un sillón a leer las confesiones de Eco. Al revés, desde las primeras líneas el autor interrogará al lector no sólo sobre cómo lee y lo que entiende por leer, sino que, con el estilo provocador de Eco, entra directamente a preguntarse sobre lo que entendemos por escritura creativa. Nos pregunta: «¿Es Lacan más creativo que Cervantes?». Muy interesante es su distinción entre el lector modelo y el lector empírico, su uso de las «restricciones» para la escritura de sus obras, la formulación de la «doble codificación» en la narrativa posmoderna y esa pregunta clave para la narrativa: ¿Por qué nos hace llorar la muerte de Emma Bovary y no las desgracias de millones de personas reales?


«Confesiones de un joven novelista»
Umberto Eco
Lumen
224 páginas. 17,90 euros.