
Bruselas
Victoria de la secesión flamenca en Bélgica
Los belgas rasgaron un poco más las costuras del dividido país al dar la victoria a la Nueva Alianza Flamenca.

Brusleas- La formación conservadora Nueva Alianza Flamenca, que lidera el joven Bart de Wever, partidaria de la separación de las dos comunidades lingüísticas mayoritarias, los flamencos del norte (60%) y los francófonos del sur (30%), junto con la minoría germana (0,7%), se impuso con un 18% de los votos en las elecciones anticipadas legislativas celebradas ayer. Al cierre de esta edición, con el recuento del 98 por ciento de las papeletas, los socialistas francófonos consiguieron ser la primera fuerza en Valonia con un 12% de los sufragios en el peculiar sistema belga, dividido por la sima lingüística y sin partidos nacionales. De la composición de la coalición, que deberá liderar a Bélgica cuando asuma la presidencia de la UE el próximo 1 de julio tras el turno español, dependerá la reforma institucional para acelerar el traspaso de competencias, en un país que se diluye desde hace medio siglo.Este pasado disgregador y futuro europeo se mezclan a partes iguales en el discurso de De Wever, historiador de formación. «Si conoces este país, ves que hemos tenido una evolución durante más de 100 años hacia una separación del Estado belga en dos democracias. Lo que queremos es ir paso a paso, no una revolución. No queremos la separación de la noche a la mañana, sino una evolución hacia nuestra propia democracia que es Flandes, y un nivel supranacional, que no es Bélgica sino Europa», aseguró en una entrevista reciente. Más de siete millones de belgas eligieron a los 150 diputados de la Cámara Baja, en un país con 10 millones de habitantes, independizado de Holanda en 1830 y que desde 1970 construye un modelo federal, para algunos ya insuficiente. Durante la jornada apenas hubo incidentes, a pesar de los mensajes secesionistas de la campaña, sobre todo, en la región de la capital [Bruselas Halle-Vilvoorde, BHV], una de las tres en las que se divide el país junto con Flandes y Valonia. La excepcionalidad de esta región, que agrupa los barrios periféricos de Bruselas, representa el punto de fricción de las dos comunidades. El enésimo fracaso al intento por encontrar una solución para BHV, declarada irregular por el Tribunal Constitucional, provocó la caída del Ejecutivo de Yves Leterme el pasado abril. Ayer, el presidente del Consejo Europeo, el belga Herman Van Rompuy, tuvo que aguantar los gritos de una veintena de manifestantes cuando acudió a su colegio en la zona de BHV.De Wever y los socialistas llevarán ahora la voz cantante en las negociaciones, donde según los resultados también pesarán otras formaciones, como los democristianos flamencos del saliente Leterme (CD-V), segundos en votos. Para calmar a un país agotado de la discusión institucional, y también a los mercados vigilantes, De Wever ya avisó de que podría ceder la silla de primer ministro, preocupado por reunir el crédito necesario para llevar hasta el extremo que le permita el resto de fuerzas la sexta reforma constitucional que encara el Estado. En 2007, los partidos necesitaron 196 días para formar una coalición, lo que esta vez implicaría devorar los seis meses de su presidencia europea y retrasar más las reformas necesarias para recortar una deuda del 100% del PIB, peligroso ahora que el endeudamiento belga también empieza a ser comparado con el griego.
Aunque la solución para Bélgica y Bruselas, sede de las instituciones de la UE y la OTAN , pasa por Europa, «la partición del país podría tener un efecto cascada en otros rincones del continente», opina Pascal Delwit. Por eso, este politólogo de la Universidad Libre de Bélgica comenta por teléfono que «los europeos han dejado claro que las unidades que resultaran de la división no tendrían su futuro asegurado en la UE».
ANÁLISISEl complicado equilibrio histórico de dos comunidades enfrentadas- ¿Cuál es el origen del problema entre flamencos y valones?–Desde la independencia en 1830, la minoría francófona de Valonia, enriquecida gracias a la primera revolución industrial, lideró política y culturalmente el país. El ocaso de las industrias de base y las minas a mediados del siglo pasado dio alas a la pujante Flandes, que fue reclamando más competencias mientras consolidaba su posición como la región más rica.- ¿Por qué Bruselas es excepcional?–Enclavada en territorio flamenco pero de mayoría francófona (hoy llega al 85%), la capital es una región aparte. En sus alrededores vive un importante número de francófonos en territorio flamenco, agrupados en la circunscripción Halle-Vilvoorde, a los que se reconocen derechos simbólicos, como poder votar a candidatos francófonos de la capital o acudir a la justicia en francés.
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