Niño Becerra, experto economista, lanza una severa advertencia: nos acercamos a una "parálisis económica global"

La economía global en 2025 se ve condicionada por una inflación persistente, un notable encarecimiento de los alimentos y la energía y una creciente incertidumbre alimentada por diversas tensiones geopolíticas. En este escenario, la reimposición de aranceles por parte de Estados Unidos durante los últimos meses ha agitado con fuerza los mercados financieros, generando picos de volatilidad comparables a los registrados tras la pandemia.

El pasado mes de abril, el colapso bursátil, directamente ligado a la política comercial de Washington, provocó descensos que llegaron al diez por ciento en el índice S&P 500. Es en este contexto de inquietud donde la tesis del economista Santiago Niño Becerra adquiere una relevancia notable para entender los movimientos actuales.

Niño Becerra ha expuesto en diversas intervenciones, incluida una en TV3, que el actual repunte bursátil no responde a fundamentos económicos sólidos, sino más bien a la expansión monetaria impulsada tras las crisis de 2008, 2012, 2018 y la pandemia. Su advertencia principal señala que, si la política proteccionista estadounidense se acentúa, podríamos encontrarnos ante una parálisis económica global esta misma primavera o verano.

La batalla arancelaria transatlántica y sus efectos globales

La guerra arancelaria iniciada por Estados Unidos ha posicionado al comercio internacional en una situación especialmente frágil. En respuesta a las medidas estadounidenses, China ha elevado sus propias tasas hasta un ochenta y cuatro por ciento y ha deslizado la posibilidad de reducir el suministro de tierras raras, un recurso vital para la industria electrónica norteamericana. Según las observaciones en el medio Xcatalunya, el economista estima que Estados Unidos únicamente podría resistir alrededor de tres meses bajo estas condiciones sin desencadenar una crisis económica de mayor magnitud.

Niño Becerra matiza la reciente corrección bursátil del diez por ciento en el S&P 500. Aclara que este tipo de movimientos no constituyen un peligro real por sí mismos, señalando que "una caída del diez por ciento no es preocupante; alarmante sería un ochenta por ciento". Sin embargo, su análisis subraya que la economía mundial se encuentra al borde de un escenario extremo.

Si la imposición y la prolongación de los aranceles no se detienen, estos ajustes bursátiles podrían ser solo el preámbulo de una recaída profunda, similar a la experimentada en 2020 durante el confinamiento. Una paralización que, en su parecer, bien podría producirse en la estación estival si no se alcanza un acuerdo negociado decisivo.

El impacto en el tejido productivo y las familias españolas

En el ámbito doméstico, Niño Becerra ha expuesto las crecientes inquietudes entre la ciudadanía española: una inflación notablemente disparada y que ha reducido su poder adquisitivo, las constantes subidas en las rentas de alquiler y las cuotas hipotecarias, y una sensación generalizada de precariedad que golpea con especial dureza a las familias. En este contexto, España no solo padece el encarecimiento de bienes importados, como los del sector agroalimentario o el automovilístico, sino que también se enfrenta al riesgo de que muchas empresas nacionales pierdan competitividad frente a los productos de origen chino.

El catedrático añade que esta compleja situación agudiza la fuga de talento. Un considerable número de jóvenes profesionales opta por emigrar en busca de oportunidades fuera del país, motivados tanto por la expectativa de mejores salarios como por la búsqueda de mercados laborales más estables. El propio economista ha compartido el caso de una sobrina suya que lleva seis años en la banca británica y no contempla regresar.

El diagnóstico de Niño Becerra es contundente. Aunque la actual evolución bursátil no implique un desplome inmediato, la prolongación de las medidas proteccionistas sin una salida negociada podría precipitar una recesión mundial, análoga a la vivida durante la pandemia. La economía global dependería entonces de una negociación política rápida, idealmente antes del final del verano, para esquivar lo que él denomina una "nueva 'situación Covid'".

Finalmente, el experto lanza una advertencia meridiana: si Estados Unidos persiste en la imposición de aranceles y no se concretan acuerdos multilaterales, el panorama mundial seguirá sumido en la tensión. China reafirma su posición estratégica, Estados Unidos busca mantener su hegemonía mediante la fortaleza del dólar, y la Unión Europea afronta consecuencias que amenazan tanto a su tejido empresarial como al bienestar de sus ciudadanos.