Barcelona

Los indignados se atrincheran para mantener tomada la plaza Cataluña

Los asistentes dicen que mantendrán la acampada, pese a la cercanía de la cita con las urnas.

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Barcelona- Centenares de personas se concentraron ayer por la noche en la plaza Cataluña desafiando, con su presencia, a la Junta Electoral Central que se reunió para decidir la legalidad de las protestas que desde el pasado lunes han tomado varias plazas de España. Al cierre de esta edición, la junta no había emitido aún su dictamen.

La acampada en Barcelona ha ido ganado adeptos ante la pasividad de las autoridades. Por la mañana, la plaza recibe la visita de jubilados y ancianos interesados en debatir de política, y, a última hora de la tarde, el perfil se torna más joven. Las cámaras empuñadas por los turistas por la mañana se transforman, de noche, en utensilios que entonan una cacerolada.

«Me quedaré seguro. No puede ser que el argumento sea que estamos en campaña electoral. Aguantaremos», asegura Laura, de 22 años, licenciada en Psicología y que trabaja como becaria mientras estudia un máster. «Está claro que es una manifestación pacífica, sin violencia», añade. Así lo reinvidican también el resto de indignados que acampan en la plaza barcelonesa. Aseguran que forman parte de un movimiento, denominado de los indignados o del 15-M, «espontáneo, apartidista, asindicalista, pacífico y abierto» y que no los moverán.

En cualquier caso, la concentración vulnera la ordenanza de civismo de Barcelona. Como mínimo, tanto el Ayuntamiento como la Guardia Urbana hacen la vista gorda por lo que respecta al artículo 58.2.a que prohíbe «acampar» en vías y espacios públicos e, incluso, «dormir de día o de noche en los espacios». Pero, las decenas de personas que llevan durmiendo en la emblemática plaza cuatro noches seguidas se cuidaron de no instalar tiendas de campaña, para evitar ser desalojadas del lugar, y lo han conseguido a pesar de vulnerar la norma y de que ellos mismos definen la protesta de «acampada». Por su parte, el Consistorio evitó tomar medidas desde un principio y se limitó a pactar verbalmente la limpieza de la plaza. Las elecciones municipales están al caer. Así, a primera hora de la mañana miembros de la comisión de limpieza se encargan de ayudar a la brigada de BCNeta para adecentar el lugar para evitar ser expulsados por la Policía.

De hecho, esta fue una de las primeras comisiones creadas por el movimiento, que con el paso de los días, ha ido ganando en organización. Ahora hasta siete comités buscan poner orden a las necesidades y propuestas y, a falta de un «leit motiv» claro y unitario, tratan de sellar un manifiesto único. La tarea es ardua. La concentración está abierta a la ayuda y participación de cualquier ciudadano, sin importar su ideología, condición, edad o sexo, lo que dificulta consensuar un argumentario. Según los acampados, ayer ya llevaban recopiladas 50.000 firmas en su favor.