Pekín
Kim Jong Il prepara la coronación de su tercer hijo: Kim Jong Un
Las calles de Pyongyang, generalmente grises, sin publicidad ni adornos, se han llenado esta semana de coloridas pancartas y carteles que anuncian un importante evento revolucionario. El Partido de los Trabajadores de Kim Jong Il parece estar preparando su primera convención oficial en casi cuatro décadas, una movilización de dirigentes y tropas que ha vuelto a disparar las conjeturas acerca del proceso sucesorio en el último país estalinista que queda en el mundo.
El rumor, avivado por los servicios secretos, recorre estos días la prensa surcoreana y china: el dictador atómico, cercano a los 70 años, cada vez más enfermo y cansado, podría estar preparando la coronación de su tercer hijo, Kim Jong Un. Un gesto que consolidaría la dinastía del «Gran Líder», el difunto Kim Il Sung, fundador de la Corea comunista y de su extravagante «comunismo hereditario».
Como casi todo en el país más hermético de la tierra, se trata por ahora de rumores. En medio al secretismo del régimen, ni siquiera se sabe cuándo empezarán exactamente las reuniones, ni dónde se celebrarán los desfiles, aunque según la prensa china en las escuelas llevan días ensayando canciones patrióticas. Tampoco hay grandes certezas sobre los contenidos del convenio. La prensa oficial habla con ambigüedad de «una cita festiva que brillará en la historia de nuestro país y nuestra gente». Sin más detalles. Varios analistas de renombre consultados por LA RAZÓN, como Bruce Cumings, creen que, efectivamente, Kim Jong Il lleva tiempo preparando el terreno a su sucesor, pero opinan que la cosa llevará todavía su tiempo.
Gordon Flake, director de la Fundación Mansfield de Washington, opina que en este convenio marcará «el inicio del proceso», pero no se tomarán grandes decisiones. «Hay que recordar que el nombre de Kim Jong-Un nunca ha sido utilizado oficialmente, nadie lo ha citado nunca.
La mayoría de los norcoreanos ni siquiera saben quién es», dice el experto. «Cuando preguntas a los funcionarios norcoreanos por él nadie quiere decir nada, se hace un vacío. Hay gente que parece no saber de quién le estás hablando», comenta por su parte el europarlamentario Glyn Ford, que acaba de regresar de un viaje institucional a Pyongyang.
Se sabe que Kim Jong Il ha realizado dos viajes secretos a China este año. El último tuvo lugar a finales de agosto y, siempre según fuentes surcoreanas, le acompañó en su tren blindado (nunca viaja en avión) su hijo Kim Jong Un. Sobre dicho rumor se construyó una nueva hipótesis: que el dictador hubiese querido presentar al heredero ante su únicoaliado, el Partido Comunista Chino y el presidente Hu Jintao, con quien al parecer se reunió.
Expertos chinos consultados por este diario insistieron, por el contrario, en que se trataron principalmente asuntos económicos, ya que la supervivencia material de Corea del Norte depende en buena medida de China. Al parecer, el llamado «reino ermitaño» pasa por una de sus peores crisis económicas en años. Además de la inflación asesina provocada por la política económica del Gobierno en los últimos meses, las cosechas han sido nefastas y muchas han quedado completamente destruidas por las inundaciones.
En palabras del europarlamentario Ford, aunque la gente no muere de hambre por el momento, en el noreste hay ya serios problemas de desabastecimiento. Así, Pyongyang, podría estar recurriendo una vez más a China para llenar la despensa. Y quizá utilizando también los desfiles militares y las proclamas comunistas para desviar la atención.
Probablemente tardaremos años en enterarnos de por qué se reunió el Partido de los Trabajadores en septiembre de 2010.
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