Barcelona
«El seminario es como la Masía del Barça»
Los rectores de los seminarios españoles sudan y se apretujan en uno de los coros elevados, pero nada diluye su emoción durante la ceremonia y su aplauso entusiasta cuando se anuncia que San Juan de Ávila será doctor de la Iglesia universal. Miran con cariño a sus seminaristas, repartidos por sorteo, unos pocos dentro del templo, la mayoría fuera.
«En Terrassa hemos abierto un seminario menor, con seis chicos muy valientes. Les decimos a sus padres que el seminario es como "la Masía", la cantera del Barça, donde queremos formar líderes espirituales», explica el vicerrector egarense, Emili Marlés. Junto a él, el rector del seminario de Barcelona, Josep Maria Turull, recuerda el encuentro del Papa con sus seminaristas hace unos meses. «Fue muy intenso y les marcó, igual que esta misa marcará a estos chicos», explica. El discurso papal será diseccionado en cada seminario. Además, los rectores están aprendiendo de los peregrinos. «Nuestros chicos aún no rezan de forma espontánea, profunda, en la calle, como los franceses que hemos acogido», dice el rector del seminario menor de La Rioja. «Les falta expresividad e intensidad», admite el de Astorga, Javier Gay.
«Nos cuesta llegar a los alejados de Dios»
Antes del comienzo de la Eucaristía, el seminarista Pablo Lamata Molina, de Madrid, saludó al Pontífice en nombre de sus compañeros venidos de todo el mundo. El futuro sacerdote expresó los sentimientos de «respeto, afecto y devoción» que levanta el Papa y agradeció el «gran cariño y cuidado pastoral» que éste muestra hacia los seminaristas. «Su enseñanza y exhortación a la oración, al estudio, a la vida centrada en Cristo para transformarnos en ‘‘hombres de Dios'' y a crecer en el seno de la comunión de la única Iglesia es una guía segura en el camino hacia el sacerdocio». «Nos cuesta mucho llegar a nuestros hermanos alejados o no creyentes», admitió este aspirante a sacerdote.
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