Turquía
Los kurdos y la nueva Constitución retos para Erdogan en su tercer mandato
La pendiente cuestión de la minoría kurda y una nueva Constitución son los dos principales retos a los que se enfrenta el primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, tras lograr uno de cada dos votos en las elecciones generales de ayer.
El éxito en las urnas del gobernante Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP, islamista moderado) obedece, según la mayoría de los analistas, a la satisfacción general del electorado por el crecimiento económico logrado en los últimos nueve años.
Erdogan despertó hoy en una nueva Turquía como un dirigente político más firmemente asentado en el poder, con el 49,9 % de los votos y una cómoda mayoría absoluta, pero ha perdido 15 escaños respecto a los comicios de 2007, hasta los 326 de 550 diputados en el Parlamento de Ankara.
El columnista Cigdem Toker, del diario Aksam, comenta hoy que la mitad del electorado turco se convirtió en un "homo-economicus"satisfecho con la vida cotidiana actual y convencido de que el AKP puede solucionar sus problemas. Pero los analistas económicos subrayan que el crecimiento económico del país, que ha contribuido indudablemente al éxito en las urnas del AKP, será también un desafío en la próxima legislatura de cuatro años de Erdogan.
El elevado índice de crecimiento de la economía nacional va acompañado de un alto déficit por cuenta corriente, que exigirá necesariamente un enfriamiento en el nuevo gobierno de Erdogan. Su posición en el poder se ha fortalecido gracias al apoyo popular, pero le aguardan otros retos que deberá solventar mediante el consenso con la oposición en el Parlamento.
Entre ellos, está pendiente la cuestión de los kurdos, una minoría de más de 12 millones de personas, cuyos candidatos independientes lograron tres millones de votos en los comicios de ayer.
El encarcelado líder kurdo Abdulá Öcalan del ilegal Partido de los Trabajadores Kurdos (PKK) ha manifestado que la situación puede descontrolarse después del 15 de junio, cuando está previsto que finalice una tregua de estos rebeldes, si no se perfila una solución por parte del gobierno.
Tras el triunfo electoral del AKP, el tercero consecutivo, Erdogan dijo ayer en la sede del partido en Ankara que no retrocederá en su empeño por redactar "una nueva Constitución para los 74 millones de turcos y kurdos", una declaración que fue interpretada como un paso positivo en círculos kurdos. Erdogan no alcanzó los 367 escaños suficientes para forjar una nueva Carta Magna en solitario por la vía parlamentaria, sin tener que consensuarla con la oposición, y se quedó por debajo de los 330, una cifra que le hubiese permitido aprobarla mediante un referéndum popular.
En los próximos días, el dirigente islamista deberá obtener el apoyo de los diputados independientes kurdos y del Partido Republicano del Pueblo (CHP), el mayor en la oposición, de cara a la nueva Constitución. Erdogan tampoco pudo realizar su sueño de materializar un sistema presidencial a la francesa, pero el 50 % del apoyo en las urnas lo convierte en el candidato más sólido para las presidenciales en 2012 o, en todo caso, en 2014.
El año próximo concluye el mandato del presidente, Abdullah Gül, si hasta entonces se cierra la disputa sobre si le afecta la reducción del período actual de siete años a cinco, que fue aprobada cuando ya había accedido a la presidencia.
El Partido de la Paz y de la Democracia (BDP), apoyado por candidatos independientes, es el segundo vencedor de las elecciones de ayer, ya que aumentó el número de escaños de 20 a 36 en algunas provincias del sureste del país, con un apoyo popular de entre el 70 y 80 %.
Está previsto que la fuerte presencia de los kurdos en el Parlamento acelere la discusión sobre la solución de la "cuestión kurda"y, dependiendo de la forma cómo evolucione el debate, puede agravarse o atenuarse el conflicto armado que perdura desde 1984.
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