San Antonio

OPINIÓN: Callejeros (perros)

La Razón
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Como la patria del hombre es la infancia (Rilke), el firmante se siente un poquitín torrealbense aunque haga años que no posa sus pies en uno de los pocos barrios de Sevilla que mantiene intactas sus señas de identidad. En los primeros ochenta, como hoy, había un problema delincuencial muy localizado en Torreblanca pero autóctonos y visitantes llevábamos una vida de lo más placentera: carne con tomate en el bar Carmona, chucherías en el puesto de Juanita e interminables charlas con la familia Gómez en la puerta de su ferretería. Acabando el verano, en la romería, el párroco de San Antonio de Padua vestía de gala a la iglesia para recibir al Inmaculado Corazón de María. Hasta los comecuras de la zona, que también los hay, reconocen la impagable labor asistencial que prestan la parroquia y la hermandad. ¿Por qué se hace escarnio de toda esta gente en una lamentable secreción de telebasura? ¿A qué esperan las autoridades locales para reprobar, siquiera con una declaración retórica, a los responsables? ¿Para qué coño sirve el Consejo Audiovisual de Andalucía? Ah, sí: para que los partidos coloquen allí a sus holgazanes más inútiles con el encargo de cronometrar la cuota de pantalla de los telediarios.