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El volcán que vino del hielo

Los fineses Quo Vadis traen a Madrid su «yurta», una tienda tradicional mongola

El mundo mágico de Quo Vadis recala en Madrid
El mundo mágico de Quo Vadis recala en Madridlarazon

En una de sus viejas aventuras, Mortadelo y Filemón, de misión por el desierto, llegaban a la modesta haima de un beduino. Al entrar, en un guiño del mejor surrealismo de Ibáñez, el interior escondía una realidad imposible: una amplia y majestuosa carpa a todo lujo. La escena viene a la mente al llegar a la séptima planta del Círculo de Bellas Artes. Sopla el viento de noviembre en la terraza y se agradece ya la ropa de abrigo, por más que la panorámica de Madrid sea única. Allí, en lo alto del edificio, la compañía finesa Quo Vadis ha montado su yurta, una tienda tradicional de los mongoles. Dentro, como les ocurría a los agentes menos secretos de la TIA, se despliega un mundo inesperado, cálido y mágico.

Espíritu ritual
Tras pasar en 2011 por la sala Réplika, Quo Vadis trae a Madrid una doble muestra de su teatro: «Burning» y el infantil «Salvaré a mamá», ambas en español. Nada más poner un pie dentro de su carpa el frío se disipa y, en una pequeña grada semicircular –donde caben, con suerte, una treintena de adultos, acaso unos sesenta niños en las funciones infantiles–, el público contempla a un metro un espectáculo que tiene algo de misa animista, algo de de concierto del rock más intenso y contagioso de Nick Cave y algo de ceremonia teatral de objetos y de tribu, en la línea del escandinavo Odin Teatret. Pero en el trabajo de Quo Vadis no parece haber nada críptico ni oscuro: juegan con telas de fieltro de vivos colores para contarnos, en «Burning Burning», una historia volcánica. «Este es nuestro mundo: invitamos a la gente a venir para ver nuestro barco», resume el director de la compañía, Otso Kautto en un más que correcto español. Él es también, junto a Marko Jäarvikallas y Markku Hoikkala, el autor de este espectáculo, y en general de todos los que monta esta «troupe» itinerante. El otro título que traen, «Salvaré a mamá», un infantil interpretado por Minerva Kautto, también es obra suya. En «Burning Burning», cuenta el director, «tratamos el tema de la combustión y para ello avanzamos en varias direcciones: la científica, la simbólica... Pero lo que une todas las escenas de la obra es encontrar ese vínculo perdido entre ciencia, arte y religión». Así, uno de los momentos del montaje ofrece un poema cantado, al ritmo de tenebrosas guitarras eléctricas, que narra la caída al interior del volcán de un hombre, y los pensamientos que le cruzan por la mente, en los que descubriremos una cruda historia de moteles y amores desgastados. Nacida hace 28 años, la compañía levantó en 2006 su yurta, una tienda de construcción moderna pero que respeta las formas tradicionales de las carpas mongolas. Con ella han viajado ya por Francia, el norte de Europa y Rusia...

Un modo de vida nómada
No se hacen millonarios, pero son libres para poner en pie el teatro que quieren. «Es un modo de vida, más que una profesión: el gran sueño que teníamos, poder unir trabajo, tiempo libre...», resume el director. Y es que operan como una familia. Dan papeles a sus hijos, alguno con tan sólo tres años, como fue el caso de la propia Minerva Kautto, y cuatro de ellos han acabado, como en los viejos circos, incorporados a la formación, una compañía que Kautto define como «autónoma y nómada»: «Quo Vadis nos permite otro tipo de búsqueda artística que no se ve en otros sitios», asegura.
 

Cuándo: hasta el día 25. De jueves a domingo, 20:30 h. (infantil: sábados y domingos, 12:00 h.) Dónde: CBA. Madrid. Cuánto: 15 euros.