Caridad

La morosidad de los ayuntamientos obliga a algunas ONG a echar el cierre

«Nuestro temor es que, si la situación económica se alarga, la gente deje de recibir prestaciones».

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MADRID- Con la crisis, las necesidades de los colectivos en riesgo de exclusión aumentan, pero las ayudas para quienes les echan una mano, decaen. El recorte de fondos de las administraciones locales a las ONG les ha puesto la soga al cuello. La situación es paradójica, porque aunque el aumento del paro ha hecho que haya más gente dispuesta a colaborar, faltan fondos. No hay problema, de momento, con el dinero que viene por la casilla de fines sociales de la declaración de la renta, «aunque aún se corresponde con el ejercicio 2008, cuando la crisis no era tan fuerte», cuenta Luciano Poyato, presidente de la Plataforma del Voluntariado, que engloba a 77 entidades, como Cáritas, Cruz Roja, Save the Children, y otras de ámbito provincial o local.Su preocupación está más allá: «Nuestro temor es que si la crisis se alarga, la gente deje de recibir prestaciones», explica Marisa Gómez Crespo, de la plataforma de ONG de Acción Social. «Y la gente que se quedará sin nada serán familias jóvenes con niños, que son las nuevas caras de la pobreza que deja esta crisis».Algunas entidades sin ánimo de lucro, que realizan una gran labor solidaria en el ámbito local, ya han notado que los fondos que recibían de administraciones locales han dejado de llegar o llegan con retraso, igual que los pagos a proveedores. Estas organizaciones realizan labores de las que los ayuntamientos no se pueden encargar: dan alimentos, ropa y cobijo a los que no lo tienen. Organizan trabajos manuales o poco técnicos, como mudanzas o chapuzas, para los que se han quedado sin ninguna prestación, pero la falta de ayudas les ahoga y algunas han tenido que echar el cierre.Según el reparto de fondos oficiales, tan sólo se destina un 3,55 por ciento del total del importe para la financiación directa de los programas de voluntariado a cargo del IRPF. Las entidades que trabajan con personas con discapacidad (21,98 por ciento) y mayores (25,37) son las que más ayudas obtienen. Pero la acción social, la ayuda que se demanda desde algunos sectores marginales, va mucho más allá de esto: las personas sin techo, los seropositivos, presidiarios... todos necesitan una ayuda que, en el 80 por ciento de los casos, se ofrece con mano de obra voluntaria, según el estudio «El Tercer Sector en España» de Víctor Pérez-Díaz y Joaquín P. López Novo. Y cada vez más manosSin embargo, el número de interesados en dedicar su tiempo y esfuerzo a los demás ha crecido. «Hemos notado un aumento de personas interesadas en hacer voluntariado alegando que tienen tiempo porque están en paro», reconocen desde la Plataforma de Voluntariado. En España hay unos cinco millones de personas que realizan este tipo de labores. Todos ellos se reunirán en Málaga del 7 al 9 de mayo en las Jornadas Cívicas Europeas 2010 bajo el lema «Por una Ciudadanía Social Europea». El caso es que no hace falta irse a África para ayudar a los necesitados. En España, más de un centenar de organizaciones se encargan de ayudar sin ánimo de lucro a los más necesitados.